El Reino Unido simplificará sus restricciones a la movilidad internacional y dejará de exigir un test de coronavirus previo al viaje hacia Inglaterra a las personas vacunadas procedentes de países de bajo riesgo, anunció este viernes el ministro de Transporte británico, Grant Shapps. A partir del 4 de octubre, el semáforo de viajes que clasificaba a los países según tres categorías de riesgo quedará abolido y solo se mantendrá una lista de países en rojo, para los que las limitaciones continuarán siendo más elevadas.
El Gobierno británico aspira con estas medidas a «reducir el coste de los viajes» al tiempo que continúa protegiendo la salud pública, afirmó Shapps.
Este cambio entrará en vigor el 4 de octubre, con vistas a que «más adelante» se modifiquen también los protocolos posteriores a la llegada, para que la PCR obligada a los dos días pueda sustituirse por una prueba de antígeno de flujo lateral, «más barata».
Las autoridades británicas han acordado además sacar a ocho países del grupo máximo riesgo a partir del próximo martes, entre ellos Turquía, Pakistán y Maldivas, según el ministro. Para los países identificados en rojo Reino Unido ha establecido un sistema de cuarentenas y pruebas que supera en costes las 2.200 libras (casi 2.700 euros por persona).