El relativamente desconocido mulá Hassan Akhund será el nuevo jefe del Gobierno interino de Afganistán, un líder que figura en la lista negra de Naciones Unidas, revelaron este martes los talibanes junto a una veintena de ministerios clave.
Se trata de un Gobierno en el que por ahora no hay mujeres y cuyos miembros pertenecen todos a la formación islamista, aunque este martes prometieron que «este Gabinete será más inclusivo» con futuros nombramientos.
El mulá Hibatullah Akhundzada, considerado como el nuevo jefe supremo espiritual de Afganistán, afirmó tras el anuncio que el Gobierno del Emirato Islámico, como se autodenominan los talibanes, trabajará por mantener la ley islámica aunque protegerá los derechos humanos en el marco del islam.
HASSAN AKHUND
El mulá Hassan Akhund será el nuevo jefe del Gobierno interino del país asiático, reveló hoy en una rueda de prensa en Kabul el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
Akhund, menos conocido públicamente que otros líderes talibanes que han sido nombrados al frente de importantes ministerios, es uno de los miembros fundadores y forma parte del consejo de dirección de la formación fundamentalista desde hace dos décadas, dijo a Efe una fuente de la comisión de cultura insurgente, que pidió el anonimato.
Es originario de la provincia sureña de Kandahar, que dirigió en un primer momento como gobernador durante el régimen talibán entre 1996 y 2001, explicó la fuente.
El mulá sirvió más tarde como director adjunto del Consejo de Ministros y después como ministro adjunto de Exteriores y, al igual que otros líderes talibanes, sigue en la lista negra de Naciones Unidas. «Se trata de un líder inteligente y experimentado», zanjó la fuente.
GOBIERNO INTERINO
El principal portavoz de los talibanes avanzó este martes una veintena de nombres que formarán parte del Gobierno interino, después de que los insurgentes capturasen Kabul el pasado 15 de agosto al término de una rápida ofensiva durante la retirada final de las tropas estadounidenses y de la OTAN.
El Ejecutivo provisional contará con dos jefes adjuntos del Gabinete de ministros, el primero de ellos el mulá Abdul Ghani Baradar.
Este líder talibán, de 53 años, es el cofundador de la milicia talibán y se le consideró durante años como la mano derecha del mulá Omar, el líder fundador del movimiento insurgente.
Baradar jugó un importante papel en las negociaciones con Estados Unidos en Catar, que culminaron con el histórico acuerdo en febrero de 2020 que puso fecha a la retirada final de las tropas extranjeras.
El nuevo ministro de Interior afgano será Sirajuddin Haqqani, de 48 años, el jefe de una de las agrupaciones insurgentes más temidas en Afganistán: la red Haqqani, fundada por su padre, Jalaluddin Haqqani, para luchar contra la invasión soviética en la década de 1980.
Mujahid anunció igualmente que Mullah Yaqoob, hijo del fundador del movimiento insurgente y actualmente jefe militar del grupo, se convierte en el ministro de Defensa interino.
El portavoz aclaró que se trata de un «Gobierno interino», aunque los talibanes han dado pocas pistas sobre el futuro proceso político en Afganistán.
EMIRATO ISLAMICO
El mulá Hibatullah Akhundzada, quien es considerado, aunque aún no de manera oficial, el nuevo jefe supremo espiritual de Afganistán, afirmó en un comunicado que la misión del Gobierno interino será «trabajar duro para defender las reglas islámicas y la sharía (ley islámica) en el país».
Akhundzada también prometió que el Gobierno «tomará pasos decididos y efectivos para proteger los derechos humanos y los derechos de las minorías» en el marco del islam.
Igualmente en el marco de la sharía, bajo cuya estricta interpretación los talibanes prohibieron a las mujeres trabajar o ir a la escuela, el Gobierno proveerá un «ambiente sano y seguro para las ciencias religiosas y modernas a todos los compatriotas».
PROTESTAS EN FAVOR DE LA RESISTENCIA Y CONTRA PAKISTAN
El anuncio de los talibanes llega el mismo día en que cientos de afganos, muchos de ellos mujeres, se manifestaron en varias localidades de Afganistán para mostrar su apoyo a la resistencia contra los insurgentes y para criticar la supuesta ayuda militar de Pakistán a la formación islamista.
En Kabul, cientos de mujeres y hombres salieron a la calle con banderas y pancartas para reclamar «libertad» y mostrar su apoyo al Frente Nacional de Resistencia (NRF) en la provincia norteña de Panjshir, un día después de que los talibanes anunciaran la conquista de este último bastión opositor en el país.
Las protestas se saldaron con detenciones de manifestantes y periodistas y denuncias de agresiones por parte de los insurgentes.
El portavoz de los talibanes, tras anunciar los miembros del Gobierno, afirmó que «ahora no es el momento para manifestarse». «Las protestas que se están celebrando actualmente son ilegales (...) y pedimos a los medios que no cubran las manifestaciones ilegales. Los manifestantes de hoy son alborotadores», concluyó.