La OTAN mantendrá su presencia en el aeropuerto de Kabul a través de «medios militares» mientras duren las evacuaciones de sus ciudadanos y de afganos en peligro e indicó que, aunque Estados Unidos prevé sacar a sus tropas para el 31 de agosto, algunos aliados han planteado la posibilidad de quedarse más tiempo para seguir evacuando.
«Mientras continúen las operaciones de evacuación, mantendremos nuestra estrecha cooperación operacional a través de medios militares aliados en el aeropuerto internacional Hamid Karzai», indicaron en una declaración los ministros de Exteriores de la Alianza, tras reunirse de emergencia por videoconferencia.
Fuerzas militares de países aliados, y especialmente de Estados Unidos, Reino Unido y Turquía, están trabajando en la última semana en asegurar el funcionamiento del aeropuerto de Kabul para proseguir la evacuación de ciudadanos occidentales y colaboradores afganos, ya que los talibanes tienen el control del resto de la capital.
En una entrevista con la cadena ABC News, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había asegurado que su objetivo es completar las evacuaciones de estadounidenses y afganos antes del 31 de agosto, pero si eso no es posible se determinará «en ese momento» quién queda por ser evacuado y qué deben hacer las tropas.
«Varios aliados plantearon el asunto de extender los tiempos para sacar a más gente de allí. Estados Unidos ha dicho que su calendario acaba el 31 de agosto, pero otros aliados hablaron durante el debate de hoy sobre la necesidad de potencialmente extenderlo para sacar a más gente», explicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa tras la reunión de este viernes.
«Nuestro objetivo es sacar a nuestro personal, a la gente que ha trabajado para la OTAN, los aliados y los países socios, pero también a afganos. Trabajamos duro para ayudar a los afganos, hemos conseguido sacar a algunos pero estamos trabajando para sacar a más», añadió.
Por el momento, abundó el político noruego, el mayor reto con el que se está encontrando el personal de la OTAN que apoya las evacuaciones es la dificultad de que las personas que quieren salir del país, particularmente los ciudadanos afganos, lleguen al aeropuerto.
«Tenemos países preparados para recibirles, aviones listos para transportarles», señaló Stoltenberg, quien desde el comienzo de la crisis ha urgido a los talibanes a garantizar una forma segura para salir del país a aquellos que quieran hacerlo.
En este sentido, tildó de “necesario” que algunos países aliados hayan establecido un “contacto táctico operativo” con los talibanes para asegurar la seguridad de las personas a las que tratan de evacuar y gestionar la situación en el aeropuerto. «Hay que saber distinguir entre esto, que es necesario e importante, y el reconocimiento diplomático», añadió.
Por el momento, de las 800 personas que trabajaban para la OTAN en Afganistán quedan sobre el terreno algo menos de 500, de las cuales 200 son afganas.
Por otro lado, preguntado por el armamento que la OTAN ha llevado a Afganistán, Stoltenberg dijo que no tenía “números precisos” porque “cada aliado tiene responsabilidad sobre sus propios equipos”.
“Algunos han sido retirados, otros han sido destruidos y otros por supuesto permanecen en Afganistán”, comentó.
Stoltenberg subrayó también su intención de realizar una “evaluación exhaustiva del compromiso de la OTAN en Afganistán” ante las “preguntas difíciles” que se le plantean a la Alianza tras constatarse la velocidad del colapso de los dirigentes políticos y militares afganos y de sus fuerzas armadas, entrenadas por tropas aliadas durante dos décadas.
Los ministros también rindieron homenaje al “servicio y sacrificio” de quienes durante dos décadas trabajaron por “un mejor futuro para Afganistán”, y afirmaron que harán una reflexión sobre toda la implicación que la OTAN ha mantenido en el país asiático y “sacarán las lecciones necesarias”.
Stoltenberg subrayó, por ejemplo, que uno de los objetivos de las tropas aliadas al entrar en el país asiático era evitar que siguiese siendo un refugio seguro para terroristas internacionales y recalcó que los países de la OTAN “no permitirán” que estos grupos les amenacen desde Afganistán.
“La presencia de la OTAN y el apoyo de la comunidad internacional han permitido a los afganos hacer un progreso sin precedentes. Cualquier gobierno afgano que quiera deshacerlo se arriesga a quedar aislado”, afirmó.
El noruego también subrayó que Norteamérica y Europa “deben seguir unidas en la OTAN” y que “lo acontecido en Afganistán no cambia esto”.
“El cambiante equilibrio de poder mundial, las acciones agresivas de Rusia y el ascenso de China hacen aún más importante que mantengamos un fuerte vínculo transatlántico”, afirmó.