China ha detectado el primer caso mundial de gripe aviar H10N3 en humanos y ha surgido cierta preocupación. En este sentido, cabe preguntarse si existe riesgo de sufrir una nueva pandemia, cuando aún estamos inmersos en la de COVID-19.
La Comisión Nacional de Sanidad de China asegura que hasta ahora nunca se había detectado un contagio a humanos de ese virus, que se trata de una transmisión accidental y que el riesgo de una propagación a gran escala es muy bajo, pero que es importante desarrollar una adecuada vigilancia.
La persona infectada es un hombre de 41 años, de la provincia oriental de Jiangsu, que el pasado 23 de abril empezó a notar fiebre y otros síntomas; fue hospitalizado cinco días después tras agravarse su estado. La Comisión apunta que el estado del contagiado ha mejorado hasta el punto de alcanzar los requisitos para ser dado de alta.
El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Joan Carles March, explica que el virus H10N3 puede causar cuadros graves incluso en personas relativamente jóvenes. Además, destaca que el hecho de que «el paciente no haya contagiado a nadie de su entorno invita a pensar que este virus no se transmite de manera eficiente entre personas».
«Por lo que sabemos ahora, parece que es un virus capaz de causar contagios esporádicos en personas pero poco capaz de extenderse en la población humana y causar una epidemia», sostiene.
March expone que la gripe aviar es una enfermedad causada por el virus de la influenza. Hasta el momento, se han descubierto en el mundo un total de 12 cepas, de las cuales, únicamente cuatro se han transmitido a humanos: la AH5N1, AH7N9, H5N8 y H10N3.
En su opinión, «hasta el momento no representa un gran peligro para la humanidad, ya que este tipo de contagio es muy raro y de muy bajo riesgo para los humanos».
No obstante, advierte que «es una enfermedad que necesita atención ya que, igual que el coronavirus, tarda de dos a siete días en que haya síntomas (tos, fiebre, dolor de garganta, cabeza y muscular, así como falta de aire).