La Justicia francesa condenó este lunes a Servier, el segundo grupo farmacéutico del país, por un medicamento inicialmente concebido para el tratamiento de la diabetes, el Mediator, pero que muchos médicos recetaban como adelgazante y al que se considera responsable de cientos de muertes.
El Tribunal Correccional de París consideró a Servier culpable de los delitos de «homicidios y heridas involuntarios» y «engaño agravado», y le impuso una multa penal de 2,7 millones de euros, además una larga lista de indemnizaciones que, según los primeros cálculos, se sitúan entre 160 y 200 millones de euros.
Para los jueces, el laboratorio no tuvo en cuenta deliberadamente los riesgos que sabía que entrañaba el uso del Mediator, que en Francia se comercializó desde 1976 hasta 2009, un periodo durante el cual lo tomaron unos cinco millones de personas.
Tras la muerte a los 92 años en 2014 del que fue su fundador y responsable ejecutivo, Jacques Servier, su brazo derecho, Jean-Philippe Seta, se sentó en el banquillo durante el juicio que se celebró entre septiembre de 2019 y julio de 2020 como principal persona física acusada.
Aunque durante el proceso Seta alegó que desconocía el peligro del medicamento, el Tribunal Correccional de París no le creyó y le impuso una pena de cuatro años de cárcel exentos de cumplimiento y solo tendrá que ingresar en prisión en caso de reincidencia. Además, deberá abonar una multa de 90.600 euros.
La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento de Francia (ANSM) también fue condenada por el cargo de homicidios y heridas involuntarios por haber fallado en su misión de alerta y de regulación del sector. Tendrá que pagar en total 303.000 euros.
A este organismo se le reprocha, en particular, haber tardado en imponer la prohibición del Mediator cuando, como la propia ANSM reconoció en el juicio, desde 1999 disponía de algunos elementos que debería haber tenido en cuenta.
En particular, se tenía constancia de casos de valvulopatías, hipertensión arterial pulmonar y otros efectos secundarios que el fármaco causaba en algunos pacientes.
El hecho es que un año después de su retirada del mercado en Francia, la ANSM calculó que el Mediator había provocado más de 500 muertos.
Ese producto también se utilizó en países como España o Italia, donde había dejado de venderse mucho antes, en 2003 y 2004, respectivamente.
En Francia fue la neumóloga del hospital universitario de Brest Irène Franchon, la que dio la alarma sobre los efectos de este medicamento en 2007.
Poco antes de que se hiciera pública la sentencia, el abogado Jean-Christophe Coubris, que representaba a más de 2.500 personas perjudicadas por el Mediator, hizo notar, en declaraciones a la emisora France Info que «ninguna sanción contra el laboratorio Servier será suficientemente fuerte frente a los millones de víctimas».
Charles Joseph-Oudin, otro de los letrados de la acusación, dijo a la misma emisora una vez leído el dictamen que los alrededor de 160 millones de euros que calcula que tendrá que pagar la empresa por los daños a las víctimas constituyen una cantidad «extremadamente débil en relación con el beneficio obtenido». «Es inadmisible que a Servier le quede un solo euro de beneficios en el bolsillo» por un medicamento que sigue siendo «una operación jugosa» para el laboratorio, denunció Joseph-Oudin.
Eso explica que algunas víctimas hayan decidido recurrir la parte de la sentencia que se refiere a las indemnizaciones.