El ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, advirtió este viernes de la posible necesidad de tener que dar un paso atrás en la relajación de las medidas restrictivas en vista del rápido aumento de la incidencia de nuevos contagios en el país en los últimos días y el avance de la tercera ola.
Aunque todavía se desconoce el alcance del paso atrás de Alemania en su desescalada, el anuncio del ministro mantiene expectante al sector turístico balear, que aguarda la llegada masiva de turistas alemanes durante la Semana Santa.
«El aumento de cifras puede suponer que en las próximas semanas no podamos dar más pasos hacia una mayor apertura y que, por contra, tengamos incluso que dar pasos atrás», declaró el ministro en una rueda de prensa ordinaria para analizar la situación epidemiológica del país.
De cara a la reunión entre la canciller, Angela Merkel, y los jefes de gobierno de los estados federados el próximo lunes, subrayó la importancia de «consensuar reglas uniformes» para poder contar con la «comprensión» y la «aceptación» por parte de la población.
Afirmó que Alemania tiene por delante todavía «semanas bastante difíciles» y recordó que el país se encuentra en plena tercera ola de la pandemia, con cifras al alza -17.482 nuevos contagios en las últimas 24 horas, más de 5.000 más que el viernes de la semana pasada- y un porcentaje elevado de casos con las nuevas mutaciones.
Insistió en que la vacunación es un «paso central para salir de la pandemia», pero añadió que «lleva su tiempo». En tanto, el diputado socialdemócrata y experto en sanidad Karl Lauterbach abogó por un nuevo parón de la vida pública, mejor antes que después, ante esta «fulminante» tercera ola que acaba de comenzar.
«Tenemos que regresar a un parón de la vida pública», dijo, y agregó que «no tiene sentido esperar» al encontrarse Alemania ya en un crecimiento «claramente exponencial», como confirmó el vicepresidente del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, Lars Schaade.
Los contagios ganan en dinámica, agregó Schaade, y precisó que actualmente el 75 % de los casos analizados responden a la mutación británica, más contagiosa que el virus original.
«Lamentablemente, nos esperan de nuevo semanas difíciles», dijo en la línea de Spahn.
La incidencia acumulada en siete días volvió a subir notablemente en Alemania, hasta 95,6 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, frente a 90 ayer y 86,2 el miércoles, mientras hace una semana estaba en 72,4, y la cifra de víctimas mortales sumó en un día 226, frente a 252 el pasado viernes.
El factor semanal de reproducción está en 1,12, lo que implica que cada cien infectados contagian de media a otras 112 personas.
El número de positivos desde el inicio de la pandemia suma los 2.629.750 -de los cuales unos 2.401.700 son pacientes recuperados- y el de víctimas mortales con o por covid-19 asciende a 74.358. En Alemania han recibido las dos dosis de la vacuna 3.097.094 personas, un 3,7 % de la población, y 6.979.861 (el 8,4 %), al menos una.
Alemania retomó este viernes la vacunación con AstraZeneca -suspendida el pasado lunes- después de que la Autoridad Europea del Medicamento defendiera ayer la vacuna como «segura y eficaz» contra la covid, a pesar de no descartar su relación con algunos casos «muy raros» de coagulación sanguínea asociada con trombosis.