El Gobierno de Reino Unido ha anunciado este martes una batería de medidas con el objetivo de proporcionar a las mujeres y niñas del país «más tranquilidad», después del asesinato de Sarah Everard.
Entre ellas, destacan 25 millones de libras (algo más de 29 millones de euros) adicionales a invertir en una mejor iluminación de las calles y un sistema de vigilancia CCTV, así como un plan piloto para desplegar a agentes vestidos de civil en pubs y clubes del país.
Además, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha asegurado que el Gobierno aprobará una «legislación histórica» para endurecer las sentencias por violencia machista y desplegar a más agentes de Policía en las calles de Reino Unido.
«En última instancia, debemos eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas y hacer que cada parte del sistema de justicia penal funcione para protegerlas y defenderlas mejor», ha justificado el 'premier', según ha informado la BBC.
Johnson ya expresó el lunes la necesidad de que las reivindicaciones y denuncias de las mujeres sobre violencia machista sean «debidamente escuchadas», algo que hizo después de la controvertida intervención policial durante la vigilia por el asesinato de Everard.
Durante el fin de semana, centenares de mujeres se manifestaron en Reino Unido contra la violencia machista y el asesinato de Everard. Las protestas en Londres fueron sofocadas con violencia y dejaron al menos cuatro personas detenidas por alteración del orden público y por incumplimiento de las restricciones impuestas por el coronavirus.
Everard desapareció cuando regresaba a su casa, hacia las 21.00 del miércoles 3 de marzo, después de visitar a unas amigas en el barrio de Clapham, en el sur de Londres. Su cuerpo fue localizado una semana después en una zona arbolada del condado de Kent, en el suroeste del país, y donde fue detenido como sospechoso el agente de Scotland Yard Wayne Couzens. Los restos mortales fueron identificados el viernes.
Couzens, acusado de la desaparición y la muerte de Everard, ha comparecido este martes en una audiencia ante el Tribunal de Old Bailey, que ha fijado la fecha de su juicio para el próximo 25 de octubre. El acusado, que ha asistido a la audiencia de manera remota a través de la cárcel de Belmarsh, únicamente ha hecho uso de la palabra para confirmar su nombre y su fecha de nacimiento.