La Agencia Europea del Medicamento (EMA) reiteró este martes que está «firmemente convencida» de que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca contra el covid-19 siguen superando sus riesgos y, a la espera de su «evaluación científica», subrayó que «no se ven vínculos» causales con los casos de trombos y embolias reportados.
«Si se vacuna a millones de personas, tiene sentido que se presenten casos incidentales y se destaquen. Depende de nosotros investigar si esto está realmente relacionado con la vacuna o si hay otras causas», subrayó Emer Cooke, directora ejecutiva de la EMA, en una videconferencia desde Ámsterdam.
El comité de seguridad (PRAC) de la EMA inició la semana pasada una investigación de los casos que fueron reportados por diferentes países europeos y se está reuniendo prácticamente a diario desde entonces, incluido este martes, para analizar toda la información disponible compartida con la EMA, también por el Reino Unido. Ayer Alemania, España y Francia, entre otros, suspendieron temporalmente la aplicación de la vacuna de AstraZeneca por el supuesto riesgo de trombos.
«Hemos recibido toda los informes de eventos tromboembólicos serios detectados en el Reino Unido y los tenemos en cuenta en nuestro análisis, también estamos buscando comparaciones con eventos tromboembólicos en todas las vacunas, pero nuestro enfoque en este momento está en la vacuna Astrazeneca», subrayó Cooke.
Los expertos esperan poder anunciar el próximo jueves si los casos reportados “son una coincidencia o un efecto secundario extraño” de AstraZeneca y alertó de que los científicos europeos se toman “muy, muy en serio” la investigación sobre la seguridad del fármaco, pero recordó que, durante los ensayos clínicos llevados a cabo por la farmacéutica, no fueron detectados casos de tromboembolismo posteriores a la vacunación.
Consideró que estos casos son “muy raros” y subrayó que “los beneficios de la vacuna superan sus riesgos, aunque esta (situación) es una preocupación seria y necesita una evaluación científica seria y detallada”, que está llevando a cabo el PRAC.
Sin embargo, subrayó que, de momento, no hay “evidencia” de un mayor riesgo de coagulación sanguínea en personas vacunadas con AstraZeneca, ni tampoco señales que sean “motivo de preocupación” como para recomendar firmemente la suspensión del uso de esta vacuna en las campañas de vacunación de la Unión Europea (UE).
«Tenemos que estudiar todos los hechos a fondo científicamente, se lo debemos a los ciudadanos europeos», agregó Cooke, que subrayó que, si los expertos creen “que hay un problema que no pueda resolverse” con esta vacuna, tampoco dudarán en “tomar los pasos necesarios”.
Además, reconoció que hay “preocupación sobre que haya un efecto en la confianza en las vacunas” después de la suspensión del uso de AstraZeneca por varios países europeos como precaución a la espera de los resultados de la investigación.