El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado que no contempla que los restos del último presidente de la II República, Manuel Azaña, que se encuentran en la ciudad francesa de Mantauban sean trasladados a España porque «tienen que descansar donde fueron enterrados». Añadió que sus familiares también se oponen al traslado.
Así lo ha señalado en rueda de prensa junto al presidente de la República Francesa, Emmanuelle Macron, en la XXVI Cumbre hispano-francesa que ha tenido lugar este lunes en Mantauban antes de la visita de ambos dirigentes a la tumba de Azaña.
Sánchez ha asegurado que los familiares de Azaña, al igual que el Gobierno, también comparten que sus restos deben permanecer en territorio francés y ha insistido en que «forma parte de la historia compartida entre España y Francia».
Eso sí, Sánchez ha matizado que otra cuestión es que en el marco del debate parlamentario, en relación con la Memoria Democrática, haya «evidentemente un apartado para reivindicar desde el punto de vista histórico la figura de personalidades como Manuel Azaña vinculados a la Segunda República».
En esta misma línea, Macron ha reiterado que la presencia de Azaña refleja la historia compartida entre los países vecinos. «Nosotros estamos orgulloso de que la sepultura de Azaña esté el suelo francés porque representar la historia compartida», ha asegurado el dirigente francés.