El Reino Unido ha cerrado las escuelas de primaria y secundaria, salvo para los alumnos vulnerables o hijos de trabajadores esenciales, y ha cancelado la mayoría de los exámenes para combatir la tercera ola de la pandemia de coronavirus.
Al decretar un nuevo confinamiento a principios de este año, el Gobierno británico impuso la enseñanza por internet en Inglaterra al menos hasta mediados de febrero, mientras que las naciones autónomas de Gales, Escocia e Irlanda del Norte han hecho lo mismo aunque revisarán la decisión en diferentes fechas.
Las universidades también ofrecerán al menos hasta febrero enseñanza «virtual» salvo en las carreras de sectores clave para la crisis actual y las guarderías permanecen abiertas, una decisión que ha sido criticada por algunos expertos sanitarios y que persigue que los padres tengan opción de trabajar.
En los últimos días, algunos centros han alertado de que están recibiendo tantos alumnos de los grupos prioritarios que temen la propagación del virus en las aulas, al tiempo que otros denuncian que la insuficiencia de recursos como ordenadores genera desigualdades en el aprendizaje.
Los exámenes, incluso los de acceso a la universidad, han sido cancelados y se sustituyen por una evaluación continuada del alumno mediante controles y trabajo de curso, pero, a falta todavía de una guía de mínimos, los docentes avisan de que el sistema puede resultar en disparidades de criterio.
En un artículo publicado hoy en 'The Sunday Times', el asesor médico jefe del Gobierno, Chris Whitty, advierte de que el servicio nacional de salud (NHS, en inglés) está inmerso en «la situación más peligrosa» que se recuerda, con cada vez más hospitales desbordados por los casos de COVID.
Numerosos médicos y otros profesionales sanitarios han instado al Ejecutivo y a la población en su conjunto a ofrecerles más apoyo en su labor, con el suministro de equipamiento de protección, entre otras cosas, y el respeto al confinamiento.
El ministerio de Sanidad informó el sábado de que hubo en 24 horas 1.035 muertes, hasta un total de más de 80.000 desde el inicio de la pandemia, y 59.937 contagios, mientras que ya se ha vacunado a casi 1,5 millones de personas en este país.