La ONU defendió este jueves que la solución del conflicto del Sáhara Occidental debe basarse en las resoluciones del Consejo de Seguridad y aseguró que su postura no cambia en absoluto con el reconocimiento de la soberanía marroquí en el territorio por parte de Estados Unidos.
“La postura del secretario general se mantiene sin cambios. Sigue convencido de que una solución es posible para la cuestión del Sáhara Occidental y que está en consonancia con las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad», señaló Stéphane Dujarric, el portavoz del jefe de la ONU, António Guterres.
El portavoz, preguntado en su conferencia de prensa diaria, señaló que la posición de Guterres “continúa anclada en los principios y anclada en las resoluciones del Consejo de Seguridad”, que reclaman una solución política mutuamente aceptable y basada en el compromiso, que permita la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental.
El anuncio del Gobierno estadounidense tomó por sorpresa a Naciones Unidas, que conoció el movimiento a través de un mensaje en Twitter publicado por el presidente saliente, Donald Trump, según admitió Dujarric.
“Debo decir que nos enteramos de estos acontecimientos a la vez que ustedes”, señaló a los periodistas, rechazando analizar el aparente “quid pro quo” entre el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí y la normalización de las relaciones de Rabat con Israel.
En una proclamación, Trump señala que «EE.UU. cree que un Estado saharaui independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que una autonomía genuina bajo soberanía marroquí es la única solución viable».
«Instamos a la partes a iniciar conversaciones sin retraso, empleando el plan de autonomía de Marruecos, como el único marco para negociar una solución aceptable mutuamente», exhortó.
«Para facilitar el progreso hacia este objetivo -agregó-, Estados Unidos alentará el desarrollo económico y social con Marruecos, incluyendo el territorio del Sáhara Occidental, y con ese fin abrirá un consulado el territorio del Sáhara Occidental, en Dajla, para promover las oportunidades económicas y comerciales en la región».
En los últimos años, EE.UU. había mantenido en Naciones Unidas que la propuesta de autonomía de Rabat era una de las vías posibles para resolver el conflicto, pero no la señalaba como la única.