El presidente estadounidense, Donald Trump, se autoproclamó este miércoles ganador en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Michigan, algo que es falso porque el escrutinio aún continúa en esos estados y se espera que al menos en el último se imponga Joe Biden.
En dos tuits, Trump declaró su presunto triunfo en esos cuatro estados clave, mientras Biden se acercaba al umbral de 270 delegados necesarios para lograr la Presidencia y la campaña del mandatario intentaba parar el recuento en Michigan y Pensilvania.
Twitter etiquetó casi de inmediato el primer tuit de Trump con la advertencia de que «las fuentes oficiales» no habían declarado ganadores en esas contiendas cuando el mandatario emitió el mensaje. «Nos hemos hecho, para propósitos del voto electoral, con la mancomunidad de Pensilvania (que no permite observadores legales), el estado de Georgia, y el estado de Carolina del Norte, todos los cuales tienen una GRAN ventaja de Trump», escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
«¡Además, por la presente reclamamos el estado de Michigan si, de hecho, hubo un gran número de papeletas desechadas en secreto!», añadió el presidente, en un mensaje que Twitter también etiquetó como conducente a una posible desinformación sobre las elecciones.
El presidente emitió esos mensajes justo después de que los principales medios de comunicación proyectaran a Biden como ganador en el estado clave de Michigan, que Trump ganó en 2016.
Con esa proyección, Biden ya sumaba 264 delegados en el Colegio Electoral y estaba muy cerca de llegar a los 270 compromisarios que dan las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumulaba Trump.
Sin embargo, la campaña de Trump mantiene que aún tiene opciones de imponerse y ha desafiado el proceso de recuento en los tres estados que le auparon al poder en 2016: Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
En Wisconsin, donde las proyecciones dan como ganador también a Biden por un estrecho margen, la campaña de Trump ha pedido un recuento.
En Michigan y Pensilvania, han presentado sendas demandas para parar el escrutinio de votos, por considerar que sus observadores no han tenido el acceso debido al lugar donde se está realizando.
Además, en Pensilvania, la campaña del presidente se ha sumado a un litigio que busca que el Tribunal Supremo detenga el recuento de ciertos votos, y ha presentado otra demanda para poner límites al plazo que tienen quienes votan por primera vez para confirmar que tienen la identificación necesaria.
Pese a lo ajustado de los resultados, Trump ya ha superado con creces el número de votos que recibió en 2016, cuando le respaldaron 62,9 millones de estadounidenses.
En estas elecciones, a pesar de lo polémico de su primer mandato y del desgaste derivado de su gestión de la pandemia, Trump ha obtenido por lo menos 67,9 millones de sufragios, cinco millones más que en 2016, en un contexto de participación récord en EE.UU.