Lleva más de tres décadas en EE.UU, pero el consultor y estratega Juan Verde todavía conserva su acento canario mientras habla con entusiasmo de una posible victoria del aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, para quien trabaja como asesor en el diseño de la política exterior de una futura Administración, con la que cree que le irá mejor a Europa, y en concreto a España.
Verde (1971, Telde, Gran Canaria) fue en el pasado subsecretario adjunto para Europa y Eurasia del Departamento de Comercio del Gobierno de Barack Obama (2009-2017) y analiza en una entrevista con Efe la polarización actual y cómo sería una futura Administración de Biden.
La conversación se produce a un día de los comicios generales en el país en un edificio de oficinas del centro de Washington DC, prácticamente vacío debido a la pandemia, y rodeado de un escenario casi apocalíptico con numerosos comercios con escaparates y puertas tapiados ante las protestas convocadas para el martes y los posibles disturbios.
Pese a la tensión palpable en el país, Verde es optimista y no pierde la sonrisa durante la entrevista.
-¿Qué va a pasar mañana, el día de las elecciones?
-Claramente no soy la fuente más objetiva, pero yo veo tres escenarios posibles. El primer escenario sería un escenario donde gana (Donald) Trump de forma holgada y fácil, que creo que eso es prácticamente imposible, desde un punto de vista estadístico esa posibilidad es muy baja.
El segundo escenario, es el probable y el que quiero, sería de una victoria también holgada por parte de Biden. Aunque la diferencia es muy pequeña por el colegio electoral, se puede dar que ganando en algunos estados desde el punto de vista de los números, o miembros del colegio electoral, Biden podría ganar de una manera bastante sorprendente.
Y el escenario tercero sería menos probable pero posible que sería donde los resultados son muy ajustados particularmente en dos o tres estados de los estados claves. Tomando en consideración que los votos por correo no se van a terminar de contabilizar hasta dentro de seis o siete días, eso podría crear una situación muy tensa socialmente hablando y de incertidumbre, que va a poner en cuestionamiento la gobernabilidad del país en los próximos meses, porque entraríamos en una situación de batallas legales a nivel de condados, municipios y de estados bastante larga; y se podría volver a repetir la situación de año 2000 con Al Gore. Habiendo dicho eso, yo creo que en absoluto signifique que no vaya a haber un cambio de Gobierno pacífico, pero sí creo que puede crear una situación muy inestable.
-Estamos en el centro de Washington, hay comercios tapiados, y hay protestas programadas para mañana. ¿En qué puede desembocar este escenario de agitación civil y de posibles disturbios?
-Yo creo que es posible y el mero hecho de que estemos hablando de esa posibilidad y reconozcamos que es una posibilidad real pone de manifiesto la polarización extrema del país. Ayer mismo sin ir más lejos se vieron las escenas de un grupo de «trumpistas», por alguna forma llamarlos (...) acosando el autobús de Biden. El FBI está investigando esa situación porque puso en peligro la vida de personas. Ese mismo día por la noche el presidente Trump dice que esas personas simplemente se estaban divirtiendo un poco y que los veía como héroes. Ese es el tipo de situación que no es ni recomendable ni aconsejable para que haya estabilidad después de las elecciones, yo creo que lo que ha ocurrido en estos últimos cuatro años es una mayor división de país, y es una situación de inestabilidad social creada en parte por el presidente Trump.
-¿Cuales serían otros factores, aparte de Trump, que han contribuido a esta polarización?
-Creo que parte es su culpa (de Trump), pero desde luego creo que esto tiene que ver con treinta o cuarenta años de, primero, racismo endémico en la sociedad, que se manifiesta en los departamentos de policía por ejemplo, pero también la falta de equidad económica, la falta de igualdad en este país: el 1 % de la población norteamericana es dueña del 42 % de la riqueza, el 10% de la población es dueño del 84 % de la riqueza en el país. Por primera vez en la historia de EE.UU. una persona trabajando a tiempo completo cuarenta horas semanales cobrando el salario mínimo no llega a fin de mes y tiene que buscarse un trabajo los fines de semana, ese no es el sueño americano, y yo creo que eso tiene más que ver con eso.
El estratega forma parte del comité de Asuntos Exteriores de la campaña de Biden y de su compañera de fórmula, Kamala Harris, desde donde trabaja proyectando las políticas de una posible Administración, además de asesorar en temas vinculados a la sostenibilidad, algo para lo que, bromea, casi ha nacido predestinado, con un apellido como Verde.
-En materia económica y de exteriores ¿Cuáles serán las primeras medidas que tomará Biden, si es elegido, en comercio respecto a la UE?
-Creo que bajo el plan de política internacional que promoverá la Administración Biden/Harris hay que tomar en consideración que es absolutamente necesario volver a fortalecer la relación bilateral EE.UU.-Europa, que ha sufrido mucho en los últimos cuatro años, ya desde el principio el presidente Trump comenzó a insultar a sus aliados estratégicos europeos, poniendo en cuestionamiento y en tela de juicio a la OTAN, por ejemplo, pero, sobre todo, las guerras comerciales que existen ahora entre EE.UU. y Europa, EE.UU. y España. EE.UU. ha impuesto una serie aranceles a los estados europeos.
Eso tiene impacto directo en España, incluso, porque en España, obviamente, los productos estrella de su exportación son hacia EE.UU., como son el vino, el aceite, las aceitunas, los quesos e incluso los productos porcinos e incluso a nivel industrial, la apuesta que está haciendo España por la exportación de piezas de coches y la fabricación de piezas de aviones, y con esta guerra comercial Airbus-Boeing es un ejemplo más, donde en Andalucía, Galicia y en otras partes hay muchísima actividad auxiliar para estas dos industrias, o sea que yo creo que a España le va a ir mejor siempre bajo una Administración demócrata en ese sentido.
-¿Y China?
-Creo que independientemente de quién gane mañana las lecciones, me temo que el mundo va hacia un modelo de polarización de las dos grandes potencias, EE.UU. y China, y ese conflicto se va a manifestar de diferentes formas: en la tecnología con el 5G, en las guerras comerciales, en la colaboración, en el modelo de multilateralismo.
Creo que lo que va a cambiar es cómo nos enfrentamos a esta realidad, lo que tenemos actualmente es un presidente que ha optado por la confrontación, el nacionalismo llevado a un extremo donde empezamos a ver cómo nos retiramos de acuerdos internacionales y del diálogo diplomático versus (frente a) el modelo que propone Biden.