Finalmente, en el segundo cara a cara, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, por fin debatieron. Tras un caótico primer encuentro, ambos mostraron sus diferencias irreconciliables en casi todos los asuntos, como la pandemia, la inmigración y el racismo.
El tono de este segundo debate nada tuvo que ver con el primero, celebrado el 29 de septiembre en Cleveland (Ohio), que estuvo marcado por las múltiples interrupciones, sobre todo de Trump, y un ambiente muy crispado, que motivó que en el encuentro de la la noche del jueves se silenciaran los micrófonos en algunos momentos.
El cara a cara de Nashville fue tenso pero se respetaron los turnos en general y, aunque hubo alguna que otra interrupción, no llegó a romper el ritmo del debate.
Aun así, ambos aspirantes mostraron visiones completamente opuestas, como en la política de separación de familias migrantes, llevada a cabo por la Administración de Trump.
«Más de quinientos menores vinieron con sus padres, fueron separados de ellos en la frontera para desincentivarlos a que vengan, para empezar», señaló Biden, quien agregó irónico: «grande, muy duro, somos realmente fuertes».
La separación de familias migrantes, «algo criminal»
El que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) se refería a las noticias aparecidas esta semana de que, más de dos años después de que la aplicación de la política de separación de familias de indocumentados en la frontera con México, los abogados que llevan el caso todavía no han logrado localizar a los progenitores de al menos 545 menores de edad.
«Es algo criminal (...) Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todo los conceptos de lo que somos como nación», lamentó Biden, ante lo que Trump defendió que su Gobierno está «intentando muy en serio» encontrar a esos padres y madres. Esto no es cierto porque quienes están buscando a los progenitores de los menores son abogados y grupos de derechos humanos seleccionados por un tribunal.
«Los estamos tratando tan bien, están en instalaciones que son tan limpias», afirmó Trump sobre los niños separados de sus padres. El presidente también denunció que «a los menores los han traído 'coyotes' (traficantes) y mucha mala gente», lo que Biden rebatió de inmediato al insistir en que vinieron «con sus padres».
En un intento de defenderse, Trump intentó criticar la gestión migratoria del Gobierno de Obama. «¿Quién construyó las jaulas, Joe? Hablemos de quién construyó las jaulas», preguntó el mandatario.
Pandemia de coronavirus
En otro asunto en el que exhibieron sus profundas discrepancias fue la gestión de la pandemia de coronavirus, sobre la que ambos dibujaron un panorama muy distinto.
Trump quiso hacerse valedor de su experiencia tras haber pasado su enfermedad. «Soy inmune, cada vez más gente se está recuperando», subrayó el presidente, quien anunció que había contraído la enfermedad dos días después del primer debate con Biden el pasado 29 de septiembre en Cleveland, lo que hizo que se cancelara el segundo cara a cara programado para el 15 de octubre en Miami. «Se irá y conforme lo digo estamos dando la vuelta a la esquina -indicó-. Se está yendo».
El presidente auguró, además, que habrá pronto una vacuna anticovid-19: «Creo que (habrá una vacuna) dentro de semanas, y será distribuida muy rápido (...) Está lista», aseguró Trump.
Interpelado por la moderadora del debate, Kristen Welker, el presidente reconoció que no tiene «garantías» de que la vacuna vaya a distribuirse en ese plazo, pero enseguida aseguró que cree que llegará «antes de acabar el año», pese a que muchos científicos apuntan más bien a 2021.
Biden, por su parte, esbozó un panorama ensombrecedor y opinó que «cualquiera que sea responsable por tantas muertes no debería permanecer como presidente», en referencia a los más de 222.000 fallecidos en EE.UU. por la pandemia. «Estamos a punto de entrar en un invierno oscuro, y él no tiene un plan claro» para combatir la covid-19, criticó el político demócrata.
Racismo
Los dos aprovecharon el bloque dedicado al racismo para acusarse mutuamente de haber perjudicado más a la comunidad afroamericana.
Trump afirmó que ha sido el presidente que más ha hecho por la comunidad negra en la historia de EE.UU. con la posible excepción de Abraham Lincoln, quien abolió la esclavitud en 1863. «Creo que tengo grandes relaciones con todo el mundo, soy la persona menos racista de esta sala», exclamó.
Biden, por su parte, repasó el historial de comentarios racistas de Trump y recordó que en 1989 abogó por la pena de muerte para un grupo de adolescentes afroamericanos conocidos como los «Central Park Five» que fueron acusados de un crimen que no cometieron.
Trump, sin embargo, dio un giro en pleno bloque sobre racismo para insistir en sus acusaciones contra Biden de haber aprovechado su posición política para recibir dinero de Gobiernos extranjeros directa o indirectamente. «Si todo esto es cierto, es un político corrupto», dijo Trump al insinuar que Biden recibió pagos de países como China, Rusia, Ucrania o Irak.
«Esto es un montón de basura», respondió el demócrata, quien ya había negado minutos antes todas esas acusaciones, a lo que Trump replicó con que el candidato demócrata se estaba haciendo pasar por un «inocente bebé».