El enviado especial de EE.UU. para el Control de Armas, Marshall S. Billingslea, aseguró este martes que ha llegado a un «principio de acuerdo» con Rusia para salvar el acuerdo Nuevo Start, el último pacto de control de armas nucleares vigente entre ambas potencias.
«Creemos que hay un principio de acuerdo en los niveles más altos de nuestros dos Gobiernos», aseveró Billingslea, quien ha encabezado el equipo negociador de Washington desde el inicio en junio de las conversaciones para sustituir o renovar el Nuevo Start, que vence el 5 de febrero de 2021.
Durante un evento en el centro de pensamiento Heritage Foundation, Billingslea explicó que EE.UU. podría estar dispuesto a prorrogar el Nuevo Start a cambio de la congelación mutua de arsenales nucleares, algo a lo que hasta ahora se había mostrado reticente.
«Hemos indicado a los rusos que, de hecho, estamos dispuestos a prorrogar el Nuevo Tratado Start durante algún tiempo, siempre que a cambio acepten una limitación o una congelación de su arsenal nuclear. Nosotros estamos dispuesto a hacer lo mismo», explicó el diplomático.
Indicó que Rusia todavía tiene que dar su visto bueno al acuerdo y enfatizó en que, en cualquier pacto, se debe dejar abierta la puerta a la participación futura de China.
Desde el principio de las negociaciones, EE.UU. ha insistido en que China debe ser parte de las conversaciones sobre el Nuevo Start a pesar de que el gigante asiático se niega a sentarse en la mesa de negociaciones al considerar que tiene muchas menos armas nucleares que Washington y Moscú.
La última ronda de negociaciones sobre el Nuevo Start se celebró en Helsinki el 5 de octubre y, cuando concluyó, Billingslea dijo en Twitter que había habido «importantes progresos».
Sin embargo, después de ese diálogo, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se mostró mucho más pesimista y afirmó que el Nuevo START, morirá por las condiciones «absolutamente unilaterales» de EE.UU.
El Nuevo Start, firmado en 2010, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire. Su vigencia podría ser prorrogada por cinco años, hasta 2026.
Los expertos temen que la expiración del Nuevo Start lleve a una nueva carrera de rearme nuclear, ya que por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas
atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.
Rusia y Estados Unidos tienen un 90 % de todas armas nucleares que existen en el planeta.
El Nuevo START podría convertirse en el tercer tratado de desarme que para EE.UU. llega a su fin bajo la Presidencia de Donald Trump.
Washington se retiró el año pasado del acuerdo INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance suscrito en 1987.
Además, en mayo, EE.UU. anunció su salida en un plazo de seis meses del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE).