La canciller alemana, Angela Merkel, ha acordado este viernes junto a los alcaldes de las 11 principales ciudades del país adoptar medidas más estrictas por el coronavirus si el número de infecciones supera el umbral de 50 casos por cada 100.000 habitantes dentro de una semana.
Las restricciones incluirían un uso de mascarilla más riguroso en las reuniones sociales y normas más estrictas en la compra de alcohol, dijo Merkel, añadiendo que su mayor prioridad es tratar de evitar una nueva paralización de la economía y la actividad de las personas, como ocurrió en la primavera boreal.
Merkel y los alcaldes se reunirán de nuevo en dos semanas para analizar si las medidas han sido efectivas, dijo la canciller.
«Hemos probado que podemos permanecer unidos contra el virus y podemos hacerlo nuevamente», remarcó.
Merkel ha advertido de que estos días son el «momento decisivo» para controlar la pandemia y atajar el repunte de nuevos casos o correr el peligro de que la situación «descarrile» en otoño e invierno.
Merkel hizo estas declaraciones tras mantener una videoconferencia con los alcaldes de las once mayores ciudades de Alemania, los principales focos de propagación de la COVID-19 en los últimos días en el país.
«Todos sabemos que las ciudades y las áreas urbanas son ahora el escenario donde se va a ver si la pandemia en Alemania se puede mantener bajo control o si el control descarrila. En este punto estamos », afirmó.
Por eso consideró positiva la introducción de nuevas restricciones en los grandes centros urbanos a partir de los 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días, como el cierre de locales por la noche, la prohibición de venta de alcohol, las limitaciones de aforo y el uso de mascarillas.
El objetivo de estas medidas, agregó, es que se puedan rastrear el mayor número posible de infecciones, para alertar a todos los contactos y romper las cadenas de contagios, para que el virus no se propague de forma «incontrolada e incontrolable».
La prioridad del Gobierno alemán es poder aplanar la curva de contagios sin tener que adoptar restricciones de la vida pública y la actividad económica como en marzo y abril.
En concreto, la canciller subrayó la importancia para el Ejecutivo de recuperar la actividad económica, asegurar los puestos de trabajo y mantener, «en la medida de lo posible», las guarderías, los colegios y otros centros de estudios abiertos.
La videoconferencia con los alcaldes sigue a la que el Gobierno central mantuvo el miércoles con representantes de los dieciséis estados federados, y en la que se concretaron nuevas restricciones ante el repunte de los casos de coronavirus.
La mayoría de los estados federados han prohibido las pernoctaciones a los residentes procedentes de lOs distritos alemanes con alta incidencia (como varios de Berlín), a no ser que presenten un test negativo realizado en las 48 horas previas a su viaje. Esta medida coincide con el inicio de las vacaciones de otoño en parte del país.
Alemania informó este viernes de que en las últimas 24 horas se han registrado 4.516 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta desde mediados de abril, tras los 4.058 anunciados el jueves. Los datos de los días previos habían oscilado entre los 2.000 y los 2.800 casos.
El total de infecciones desde el inicio de la pandemia sube así a 314.660, con 9.589 víctimas mortales, 11 de las cuales en las últimas 24 horas. La cifra de pacientes recuperados es de 271.800.