El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evoluciona favorablemente de la COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus, según ha informado este sábado su médico, Sean Conley, en el primer parte médico oficial desde el ingreso del mandatario en el Hospital Walter Reed de Bethesda, a última hora del viernes.
«El presidente está muy bien esta mañana, estamos extremadamente contentos con su progreso» según el médico del presidente. El asesor médico del mandatario, Shaun Dooley, ha asegurado que Trump está recibiendo cuidado médico multidisciplinar, «todas las funciones de sus órganos son correctas y no tiene problemas en respirar. Está excepcionalmente animado», ha añadido.
Así, Trump «lleva 24 horas sin fiebre, mantenemos un cauto optimismo, y satura a un 96 por ciento», diagnóstico que invita a un «cauto optimismo», según Conley, quien eludió dar una fecha concreta para su retorno. «Tuvo tos, fiebre y nunca ha tenido dificultades para respirar», ha añadido.
Información contradictoria
Según han informado fuentes de la Casa Blanca a los medios de comunicación que cubren habitualmente la información de la Presidencia el estado de salud de Trump es «muy preocupante» debido al contagio por coronavirus. Además, han advertido de que «las próximas 48 horas serán críticas».
«Los signos vitales de las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas para su estado. Aún no estamos en el camino para una recuperación plena», ha explicado la fuente al grupo de prensa de la Casa Blanca.
Estas declaraciones contradicen radicalmente al informe del equipo médico que trata a Trump, que había comparecido apenas unos minutos antes para asegurar que el mandatario evoluciona favorablemente.