El Tribunal General de la Unión Europea (TUE) ha anulado este miércoles la decisión de la Comisión Europea que exigió a Apple la devolución de 13.000 millones de euros más intereses en Irlanda por haberse beneficiado de ayudas fiscales ilegales.
En concreto, la sentencia determina que el Ejecutivo comunitario no ha podido demostrar que la multinacional tecnológica se beneficiase desde 1991 de ayudas públicas que falsearon la competencia del mercado interior, que hubieran resultado incompatibles con la legislación comunitaria.
«La Comisión falló al declarar que se había concedido a Apple Sales International (ASI) y Apple Operations Europe (AOE) una ventaja económica selectiva y, por extensión, una ayuda de Estado», ha explicado el Tribunal General de la UE en un comunicado.
Tanto Dublín como la multinacional tecnológica habían recurrido esta decisión de hace casi cuatro años ante la Justicia europea. Los servicios de la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competencia, Margrethe Vestager, disponen ahora de un plazo de dos meses y diez días para decidir si recurren el fallo ante la instancia superior, el Tribunal de Justicia.
En particular, se refiere a dos resoluciones fiscales de la agencia tributaria irlandesa de 1991 y 2007 a favor de Apple Sales International y Apple Operations Europe que avalaban los métodos empleados para que ambas asignasen beneficios a sus respectivas sucursales irlandesas.
Estas resoluciones estuvieron vigentes entre 1991 y 2014, pero la Comisión Europea solo pudo ordenar la recuperación del dinero no pagado durante un periodo de diez años anterior a la primera solicitud de información, que se remonta a 2013. Según sus cálculos, ascendieron a 13.000 millones de euros desde 2003.
En su sentencia, el Tribunal General considera que Bruselas concluyó «erróneamente» que Dublín había concedido una ventaja selectiva a Apple por no haber atribuido a sus filiales irlandesas las licencias de propiedad intelectual del grupo propiedad de ASI y AOE. Esto supuso que tampoco se adjudicaron a las filiales irlandesas de la multinacional todos los beneficios obtenidos de las ventas del grupo fuera del continente americano.
Según este tribunal de primera instancia, la Comisión «debería haber demostrado que esos ingresos provenían de actividades realizadas realmente por las filiales irlandesas» a través, por un lado, de actuaciones efectivamente ejercidas por ellas o, por otro, con «decisiones estratégicas» a aplicar más allá de su ámbito.
En segundo lugar, la Justicia europea ha dictaminado que el Ejecutivo comunitario tampoco ha podido demostrar la existencia de «errores metodológicos» en los acuerdos fiscales entre Dublín y Apple que condujeran a una reducción de los beneficios de la multinacional que debían ser gravados en Irlanda.
«Aunque el Tribunal General lamenta la naturaleza incompleta y a veces inconsistente de los 'tax rulings' cuestionados, los defectos identificados por la Comisión no son, en sí mismos, suficientes para demostrar la existencia de una ventaja» incompatible con el Derecho comunitario, explica al tribunal de Luxemburgo.
Por último, los jueces europeos señalan que el departamento de Vestager no ha podido demostrar que los acuerdos fiscales fueron fruto de un «poder discrecional» por parte de las autoridades fiscales irlandesas.
Reacciones
Por su parte, la compañía de Cupertino ha expresado su satisfacción con la sentencia del Tribunal de anular la decisión de Bruselas, recordadando que Apple es el mayor contribuyente mundial, después de haber abonado más de 100.000 millones de dólares (87.461 millones de euros) en todo el mundo a lo largo de la última década en impuestos sobre el beneficio.
«Agradecemos al Tribunal General por su tiempo y consideración de los hechos. Nos complace que hayan anulado el caso de la Comisión», ha señalado la multinacional en un comunicado.
«Este caso no trataba de cuántos impuestos pagamos, sino de dónde estamos obligados a pagarlos», añade, defendiendo que los cambios en la forma en que los pagos de impuestos sobre beneficios de las multinacionales se reparten entre distintos países requieren una solución global. «Apple anima a que este trabajo continúe». afirma.
«Estamos orgullosos de ser el contribuyente más grande del mundo, ya que sabemos el importante papel que juega el pago de impuestos en la sociedad. Apple ha pagado más de 100.000 millones de dólares en impuestos sobre beneficio corporativo en todo el mundo durante la última década y decenas de miles de millones más en otros impuestos.
«También estamos orgullosos de ser un poderoso motor de crecimiento económico en Europa. El año pasado gastamos más de 13.000 millones de euros con 4.500 proveedores de todos los tamaños. Nuestra innovación e inversión respaldan mas de 1,8 millones de empleos en toda la UE», afirma.
A su vez, el Departamento de Finanzas del Gobierno de Irlanda, liderado por Paschal Donohoe, nuevo presidente del Eurogrupo, ha celebrado el veredicto del Tribunal General de la Unión Europea (TUE) que anula la decisión de la Comisión Europea que exigió a Apple la devolución de 13.000 millones de euros más intereses en Irlanda por haberse beneficiado de ayudas fiscales ilegales.
«Damos la bienvenida a la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea que anula la decisión de la Comisión Europea que alegaba que Irlanda proporcionó ayuda estatal a Apple», ha señalado en un breve comunicado el Departamento de Finanzas de Irlanda, recordando que el país apeló la decisión de la Comisión sobre la base de que no concedió ninguna ayuda estatal «y la decisión de hoy del Tribunal respalda esa opinión».
«Irlanda siempre ha tenido claro que no se dio un tratamiento especial a las empresas de Apple (ASI y AOE) y que se cobró la cantidad correcta de impuestos de acuerdo con las normas impositivas irlandesas», añade.