La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, trabaja desde su residencia, tras confirmar que padece la COVID-19, mientras algunos miembros de su gabinete mantienen actos públicos. «Como les conté, sigo trabajando para todos los bolivianos desde casa», publicó este viernes en redes sociales la mandataria transitoria.
Jeanine Áñez agradeció «los mensajes de afecto y buenos deseos», tras comunicar este pasado jueves que contrajo el nuevo coronavirus, después de que hubiera transcendido que se encontraba en la residencia oficial en La Paz y solo acudía lo imprescindible a su oficina en el palacio de Gobierno.
«Esta es sólo una prueba más de la vida que enfrentaré con la misma fortaleza de siempre. Mi Fe y el apoyo de los bolivianos me guían y acompañan. Seguiré trabajando cada día por ustedes. Dios los bendiga», escribió en Twitter.
Por su parte, el ministro interino de Justicia, Álvaro Coimbra, dijo a los medios en La Paz que Áñez es «asintomática» a la enfermad y mientras guarda cuarentena en su residencia mantendrá su agenda, tanto para asuntos nacionales como internacionales, con contactos vía telemática.
«Sabíamos que era una posibilidad de los que estamos en primera línea», comentó Coimbra, sobre el riesgo de contagio de miembros del Gobierno interino durante actos públicos.
El ministro transitorio acudió a un hospital de La Paz a donar plasma, un tratamiento autorizado con determinadas condiciones en Bolivia para tratar la enfermedad, en un acto ante los medios.
Por su parte, el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, dijo que los miembros del gabinete son conscientes del riesgo que corren, pero mantendrán su trabajo al igual que otros que están en primera línea como la Policía Boliviana, las Fuerzas Armadas, personal sanitario y periodistas.
«Todas las autoridades de este país, comenzando desde la presidenta y ministros, hemos estado y seguimos estando, han caído varios, y gracias a Dios se han recuperado y siguen al frente», subrayó Murillo, citado en un boletín del ministerio.
Áñez ha recibido mensajes de ánimo como los transmitidos por los expresidentes bolivianos Carlos Mesa y Jorge Quiroga, entre otros políticos y desde distintas instituciones.
Además de la presidenta transitoria, al menos tres miembros de su gabinete también padecen la enfermedad y guardan aislamiento.
Bolivia reporta 1.638 fallecidos y 44.113 positivos de la COVID-19, en un país de unos once millones de habitantes, por lo que según estudios como los que publica la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos está entre los más afectados del mundo por esta pandemia en comparación con su población y en cuanto al porcentaje de fallecidos respecto a los casos confirmados de la enfermedad.