El Departamento de Salud de Florida alertó sobre un nuevo caso de Naegleria fowleri, una ameba que destruye el tejido cerebral y suele causar la muerte e hizo un llamado a la precaución durante las actividades en aguas dulces y templadas este verano.
La página web de esta agencia estatal señaló que el caso se presentó en el condado de Hillsborough, en la costa oeste de Florida, pero no detalló sobre el paciente ni su condición.
Este parásito, conocido científicamente como Naegleria fowleri, vive en el ambiente sin causar daño al ser humano, pero cuando prolifera en aguas cálidas puede provocar infecciones letales, al llegar al cerebro a través de los nervios olfativos durante el baño.
La microscópica ameba, llamada 'comecerebros' se encuentra principalmente en lagos, ríos, estanques y aguas termales.
Al entrar en el organismo humano produce una «devastadora infección cerebral», una condición conocida como Primary Amebic Meningoencephalitis (PAM).
La bacteria generalmente es contraída por las personas en aguas contaminadas que entran en el cuerpo a través de la nariz o la boca.
El Departamento de Salud estatal, que no detalla sobre estadísticas de la afección, señaló que "la única" forma conocida de prevenir las infecciones por Naegleria fowleri es abstenerse de realizar actividades en agua dulce templada.
Señaló, sin embargo, que algunas medidas de «sentido común» podrían reducir el riesgo al limitar la posibilidad de que el agua contaminada suba por la nariz.
Hizo un llamado a evitar las actividades acuáticas, especialmente cuando los niveles de agua están bajos.
Urgió en lo posible evitar que el agua dulce templada de aguas termales o de aguas alrededor de las centrales eléctricas ingrese por la nariz, mediante el uso de pinzas nasales.
También hizo un llamado a evitar excavar o remover el sedimento mientras participa en estas actividades en áreas poco profundas.
«Una vez que la ameba entra por la nariz, viaja a través del cerebro y causa la condición denominada PAM, que resulta casi siempre fatal», destacan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
Los CDC detallan que entre 1962 y 2016, las únicas estadísticas que tiene disponibles, los estados de Texas y Florida son los más afectados, con más de 10 casos cada uno, sin precisar cuántos.