Al menos 657 trabajadores de un matadero de Guetersloh, en el centro de Alemania, han dado positivo en las pruebas de coronavirus desde el comienzo de esta semana, convirtiéndose así en el principal foco de COVID-19, según los datos facilitados por la empresa este jueves.
Las autoridades sanitarias de la localidad de Guetersloh han decretado una cuarentena para unas 7.000 personas, incluidas todas las que trabajan en el matadero. La producción en la planta, situada en la región de Westfalia, ha quedado temporalmente suspendida y el distrito de Guetersloh ha decidido el cierre de las escuelas y las guarderías.
El consejero del distrito, Sven-Georg Adenauer, ha señalado que el matadero, que pertenece al grupo empresarial Toennies, líder en la industria cárnica alemana, permanecerá cerrado de diez a catorce días por el brote.
Adenauer ha afirmado que todos los afectados serán sometidos a test de coronavirus. Las pruebas se realizarán por fases pero no se realizará un confinamiento de toda la localidad a pesar de que se ha superado el umbral de los 50 contagios por cada 100.000 habitantes.
Las autoridades locales de Guetersloh han pedido ayuda al Ejército alemán para hacer frente al gran número de test a realizar en la zona. Según ha confirmado un portavoz a la agencia DPA, la decisión ha sido tomada debido a que Cruz Roja y el grupo de ayuda humanitaria Malteser se encuentran sobrepasados.
Las Fuerzas Armadas, por su parte, han prometido enviar una decena de efectivos, algunos de ellos con experiencia médica, y varios miembros del personal que ayudarán a recabar y organizar la documentación de los que se sometan a las pruebas.
Por su parte, el portavoz del grupo Toennies, Andre Vielstaedte, ha pedido disculpas por lo sucedido. «Me gustaría pedir disculpas a la población del distrito en nombre de la familia Toennies. Haremos todo lo que podamos para sacar el virus de la planta para que podamos volver a trabajar», ha indicado.
En Alemania se han registrado varios brotes de coronavirus en plantas cárnicas y en mataderos. Esta situación ha hecho que se eleve la preocupación por las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores de la industria cárnica, muchos de los cuales son temporeros de Europa del este.
Después de que se detectara en mayo un brote en una planta de procesamiento de carne en Coesfeld, en Renania del Norte, el Gobierno ordenó que las empresas del sector realizara test periódicos de coronavirus a sus trabajadores y la planta afectada fue clausurada de manera temporal.
El ministro de Sanidad de Renania del Norte Westfalia, Karl-Josef Laumann, anunció el miércoles que todos los trabajadores de mataderos del estado serán sometidos a pruebas de coronvirus para determinar si el brote es único o se detectan más focos.
Clemens Toennies, socio director de la compañía, rechazó hace semanas que se sembraran las sospechas sobre todo el sector después de que se detectara un brote en una planta de la empresa rival Westfleisch. Su empresa inicialmente solo informó de algunos casos individuales.
Gereon Schulze Althoff, el jefe del equipo de pandemia de Toennies, ha señalado que las condiciones de frío en las plantas y los largos viajes de vuelta de los empleados a Europa del este en las últimas vacaciones por Pentecostés y Corpus Christi podrían ser los factores que han llevado al nuevo brote de coronavirus.
Ante la pregunta de si el brote en la planta cárnica de Toennies ha llegado por la relajación de las restricciones en el estado de Renania del Norte Westfalia, el primer ministro del estado, Armin Laschet, ha rechazado esa hipótesis.
«Eso no quiere decir nada en absoluto porque todos los rumanos y búlgaros han entrado en el país y el virus ha llegado desde allí», ha indicado. «Esto no tiene nada que ver con la relajación (de las restricciones) sino con el alojamiento de las personas y las condiciones de trabajo en las empresas», ha argumentado.
Además de los brotes locales, los contagios en Alemania continúan aumentando a ritmo lento, con 156 condados de los 412 del país sin registrar nuevos casos en los últimos días, según ha informado el Instituto Robert Koch, la agencia gubernamental alemana responsable del seguimiento de las enfermedades infecciosas.
El balance en todo el país ha aumentado en las últimas 24 horas con 26 víctimas mortales y 580 casos, frente a los 30 fallecidos y los 345 contagios de la jornada anterior.
Con los nuevos datos, el balance de la pandemia del coronavirus en Alemania asciende a 187.764 personas contagiadas y contagios y 8.856 fallecidos.
Baviera, con 47.747 infectados y 2.556 fallecidos, es el estado alemán que sufre los mayores estragos por el coronavirus. Le siguen Renania del Norte-Westfalia, 39.777 casos y 1.658 fallecidos y Baden-Wurtemberg, con 35.218 casos y 1.816 muertos.
La capital de Alemania, Berlín, ha registrado hasta la fecha un total de 7.475 contagios y 210 muertos. El número de personas recuperadas asciende a 174.100, tras recibir el alta en las últimas 24 horas unos 400 pacientes.