El Gobierno de Alemania ha aprobado un paquete de estímulos por valor de 130.000 millones de euros para apoyar a la economía del país a recuperarse de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus, según ha anunciado la canciller, Angela Merkel.
La canciller ha alegado que es necesario un gasto drástico para «dar un futuro a las próximas generaciones». El montante aprobado, que abarca 2020 y 2021, ha superado todas las expectativas, ya que se especulaba con que las partes estudiaban destinar un total de 80.000 millones de euros a esta contingencia.
El conjunto de medidas incluye financiación para las industrias con dificultades, fondos adicionales para los municipios alemanes, que deben hacer frente al creciente desempleo y a la pérdida de ingresos fiscales a causa de la COVID-19, y un bono único de 300 euros por niño dirigido a las familias, que se pagará junto a otras prestaciones por tener hijos.
Además, se ofrecerán primas elevadas para alentar la compra de automóviles, pero el plan sólo se aplicará a los coches eléctricos, mientras los automóviles de gasolina y diésel se han dejado fuera.
Asimismo, el IVA se reducirá temporalmente en Alemania del 19 por ciento al 16 por ciento y la tasa reducida bajará del 7 por ciento al 5 por ciento.
El ministro de Economía alemán, Olaf Scholz, ha precisado que será necesario aprobar un presupuesto adicional para el estímulo, aunque no ha nombrado ninguna cifra. El paquete en cuestión aún requiere la aprobación formal del gabinete de Merkel, además del Bundestag y el Bundesrat --cámara baja y cámara alta--.
Una serie de indicadores económicos han mostrado una caída en el sector industrial y el gasto de los consumidores alemanes después de las restricciones impuestas por el Ejecutivo en marzo con el objetivo de frenar la pandemia del coronavirus. En concreto, se espera que la economía alemana se contraiga un 6,6 por ciento este año.