El Gobierno británico ha dado a conocer este lunes su plan para la vuelta a la normalidad en Reino Unido que prevé, entre otras cosas, el uso de mascarillas en espacios cerrados como el transporte público, mientras la cifra de casos sigue en aumento y supera ya los 223.000, lo que sitúa al país como el tercero más afectado por la pandemia.
Según el último balance publicado por el Departamento de Salud, en el último día se han sumado otros 3.877 contagios y 210 víctimas mortales más, para un total de 223.060 casos y 3.877 fallecidos en el país debido a la Covid-19.
Después del discurso a la nación que dio el domingo el primer ministro, Boris Johnson, el Gobierno ha publicado este lunes su «Plan para reconstruir», un documento de 60 páginas, en el que aclara las medidas previstas para volver a la normalidad en todo el país, si bien en la práctica serían aplicables solo a Inglaterra, ya que las competencias de desescalada están delegadas.
Uno de los aspectos que destaca es la recomendación de usar mascarilla «en lugares cerrados en los que el distanciamiento social no es siempre posible y se está en contacto con otras personas a las que normalmente no se ve, por ejemplo el transporte público o algunas tiendas». Asimismo, se aconseja lavar la ropa con frecuencia, ya que hay «pruebas» de que el virus se queda en algunos tejidos.
El documento estipula una 'fase 2' en tres pasos con una hoja de ruta de partida que arranca esta semana y que anima a la vuelta al trabajo a partir de este miércoles. A partir del 1 de junio, algunas escuelas y negocios, incluidos aquellos no esenciales, volverán a abrir sus puertas y se permitirán algunos actos deportivos y culturales a puerta cerrada.
Por último, en principio a partir del 4 de julio, algunos negocios como las peluquerías y espacios públicos como cines o pubs recibirán la autorización para reabrir, según 'The Guardian'. Este calendario, recalca el documento, dependerá del consejo de los expertos y la evolución de la pandemia.
Asimismo, según informa la agencia de noticias Bloomberg, entre las opciones que se están considerando se incluye la idea de permitir que los hogares se mezclen, formando una especie de «burbuja» con otro hogar. Según el documento, ello permitiría a dos hogares compartir el cuidado infantil, lo que ayudaría a los padres a volver al trabajo.