La aerolínea irlandesa de vuelos económicos Ryanair anunció este viernes que podría eliminar hasta 3.000 empleos de pilotos y personal de cabina durante los próximos dos años por la caída de la demanda provocada por la pandemia del coronavirus.
Durante ese periodo, este plan de reestructuración también podría obligar a la compañía a acometer despidos temporales, reducir en torno a un 20 % los salarios y cerrar «un número de bases en Europa», detalló este viernes Ryanair en un comunicado.
Su consejero delegado, Michael O'Leary, ya se rebajó su salario de abril y mayo un 50 %, una reducción que se mantendrá hasta el final del presente ejercicio fiscal, que concluye el 31 de marzo de 2021.
Asimismo, la aerolínea informó este sábado de que «más del 99 %» de su flota permanecerá en tierra hasta, «al menos», el mes de julio y estimó que el tráfico de pasajeros no volverá a los niveles de 2019 «hasta el verano de 2022, como muy pronto».
En este contexto, Ryanair indicó que operará menos de un 1 % de su calendario de vuelos entre abril y junio, lo que supone que transportará en torno a 20 millones de usuarios, frente a los 44,6 previstos originalmente para el trimestre de julio-septiembre.
Para todo el año fiscal, hasta, marzo de 2021, la aerolínea cree que su tráfico de pasajeros no superará los 100 millones, a pesar de que su objetivo antes de declararse la crisis de la COVID-19 era llegar a los 154 millones.
Respecto a sus resultados económicos, Ryanair señaló que sufrirá unas pérdidas netas de más de 100 millones de euros entre abril y mayo, a las que habrá que añadir «más pérdidas» en los siguientes tres meses.
La aerolínea líder en Europea del sector de bajo coste también recordó hoy que «está obligada a competir» en desigualdad de condiciones con las antiguas compañías de bandera nacional, que han recibido «30.000 millones de euros en ayuda estatal» para mantenerse a flote durante la crisis del coronavirus.
O'Leary ha pedido ayuda a las autoridades de la competencia de la Unión Europea (UE) y ha advertido de que llevará ante los tribunales comunitarios a los países que decidan rescatar a las antiguas aerolíneas públicas.
El directivo aseguró la pasada semana que Francia y Holanda tienen listo un paquete de ayuda para reflotar Air France-KLM, mientras que Lufthansa, según él, ha mantenido contactos con Alemania y otros países para diseñar medidas de alivio, al tiempo que Italia contempla tomar las riendas de Alitalia.