El Reino Unido registró en las últimas 24 horas 616 nuevas muertes por COVID-19 en hospitales, hasta un total de 18.738 pacientes fallecidos desde que comenzó la pandemia , y 4.583 nuevos contagios, informó el Ministerio de Salud.
La cifra de fallecidos diarios está por debajo de las de los últimos dos días (763 el miércoles y 828 el martes), mientras que el número de test llevados a cabo en un día se ha situado en 23.560, 746 más que este miércoles.
El Gobierno se ha marcado como objetivo llegar a las 100.000 pruebas diagnósticas al día antes de que termine este mes y asegura que su capacidad real alcanza ya los 40.000 test diarios, aunque subraya que por ahora la demanda para someterse a la prueba ha sido «menor de lo esperado».
Al cumplirse este jueves un mes desde que se ordenó en el Reino Unido el confinamiento en casa de la población, salvo en algunas excepciones, el Gobierno todavía no ha puesto sobre la mesa una hoja de ruta para comenzar a relajar las medidas.
El diario «The Times» ha revelado que el Ejecutivo está estudiando dedicar en torno a 15.000 personas a detectar y trazar cadenas de contagio para evitar nuevas oleadas una vez se levante el confinamiento, un plan similar al que utilizó Corea del Sur al inicio de la pandemia.
El consejero médico del Gobierno británico, Chris Whitty, ha afirmado esta semana que sería «completamente ilusorio» pensar que las restricciones se van a levantar en pocos días y ha advertido que algún tipo de medidas «socialmente muy disruptivas» van a tener que mantenerse probablemente hasta final de año.
A pesar de que la Universidad de Oxford ha puesto ya en marcha un ensayo en humanos de una vacuna contra el COVID-19, Whitty ha alertado de que la posibilidad de que se pueda distribuir una vacuna efectiva y segura este mismo año es «increíblemente pequeña».