La ciudad de Nueva York, punto caliente del epicentro del coronavirus en Estados Unidos, plantea hacer «entierros temporales» excavando zanjas en parques ante el creciente número de fallecidos a causa de la COVID-19, que amenaza con desbordar tanto las morgues establecidas como a las móviles de emergencia, según han alertado sus autoridades.
El concejal Mark Levine ha manifestado en su cuenta de Twitter que «pronto» se harán «entierros temporales» utilizando «un parque de la ciudad de Nueva York para sepulturas» en el que «se excavarán zanjas para diez ataúdes en línea» de forma «digna, ordenada y temporal», una posibilidad que ha confirmado el alcalde Bill de Blasio pero de la que se ha desligado el gobernador Andrew Cuomo.
Preguntado por la cuestión, De Blasio no ha querido «entrar en detalle» y ha afirmado que «aún no estamos en el punto en el que haya que hacer eso», pero ha mencionado la isla de Hart, un emplazamiento «históricamente utilizado» por la ciudad para dar sepelio a personas de bajos ingresos o que no fueron reclamadas por nadie, considerado el mayor cementerio del país.
«Si necesitamos hacer entierros temporales para capear la crisis y después trabajar con cada familia para que tengan sus arreglos apropiados, tendremos la capacidad de hacerlo», ha explicado el alcalde, que ha «estado trabajando de cerca con el Gobierno federal» para evitarlo y ha abogado por «poner toda la energía y recursos para salvar a la gente».
Por su parte, el gobernador Cuomo ha manifestado que ha «escuchado rumores salvajes» sobre entierros temporales pero también ha afirmado estar en comunicación con las autoridades locales y no haber «escuchado nada» por su parte sobre el asunto.
El propio Levine ha precisado después que la medida es «una contingencia para la que la ciudad de Nueva York se está preparando, pero si el ritmo de fallecimientos baja lo suficiente, no será necesaria».
Levine ha indicado que el número de cadáveres de personas fallecidas en la crisis de la COVID-19 que se están acumulando es «equivalente a un 11 de septiembre» y debido a ello las cámaras refrigeradas de la Oficina Médica local, consideradas la «morgue local», pronto «estarán llenas», un problema que se extiende a las morgues de los hospitales, las casas funerarias y los cementerios, que están recurriendo a medidas de refuerzo.
«La morgue típica de un hospital puede albergar 15 cuerpos. Ahora están todas llenas. La Oficina Médica ha enviado 80 camiones refrigerados a los hospitales (morgues móviles) de toda la ciudad, que pueden albergar 100 cuerpos cada uno. Están casi todos llenos también. Algunos hospitales han tenido que añadir un segundo o un tercer camión», ha explicado el concejal.
Levine ha asegurado que «nada importa más en esta crisis que salvar a los vivos» pero la población «debe enfrentarse a la macabra realidad de que necesitamos más recursos para gestionar a nuestros fallecidos también», por lo que llamó reclutar no solo personal sanitario, sino profesionales de «asuntos mortuorios» para reforzar estos servicios.
«Familias en duelo han dicho que han llamado hasta a media decena de casas funerarias y no hay ninguna que pueda ocuparse de sus seres queridos fallecidos. Los cementerios no pueden afrontar el número de solicitudes de entierros y están declinando la mayoría. Y no son solo las muertes en hospitales lo que sube».