Cientos de millones de personas guardaron este sábado tres minutos de silencio en China por los fallecidos a causa de la pandemia de coronavirus, mientras sonaban las sirenas antiaéreas junto a miles de bocinas de automóviles, trenes y barcos a lo largo de todo el país.
A las 10 horas locales (02.00 de la madrugada en España) los ciudadanos se quedaron en pie en las aceras en silencio, mientras los automovilistas tocaban las bocinas de sus coches y sonaban las sirenas colocadas en casi cada esquina de las ciudades para alertar a la población ante una catástrofe.
Efe constató como en la capital Pekín, mucha gente sola y también varias personas en grupo se juntaban en silencio, cubiertos con mascarillas, durante tres minutos en recuerdo de las hasta el momento 3.326 víctimas mortales del coronavirus. Muchos miraban hacia abajo o al frente con los ojos cerrados, otros se congregaban junto a una cercana bandera china a media asta y todos concluyeron el silencio con un grito de «¡Vamos China! seguido de un aplauso.
El presidente del país, Xi Jinping, junto a otros dirigentes como el primer ministro, Li Keqiang, guardaron también vestidos de negro tres minutos de silencio en las instalaciones del complejo de Zhongnanhai, la sede del Gobierno chino, cerca de la Ciudad Prohibida de Pekín, según los medios oficiales.
El homenaje a las víctimas de la pandemia se celebró hoy al coincidir con el Ching Ming o «Día de barrer las tumbas», una fecha del calendario lunar en la que los chinos rinden tributo tradicionalmente a sus seres queridos fallecidos y a sus ancestros.
El Gobierno anunció el viernes que hoy sería un día de duelo nacional y se observarían tres minutos de silencio en homenaje a los «mártires» de la lucha contra el coronavirus y a los «compatriotas» que sucumbieron a la enfermedad.
Entre los primeros, el Gobierno de la provincia de Hubei anunció el pasado jueves que declararía a 14 personas como «mártires» -el mayor título honorífico del Partido Comunista- entre ellos 12 médicos que murieron combatiendo en primera línea la enfermedad. Uno de los 12 médicos declarados mártires es el doctor Li Wenliang, quien fue reprendido a finales de diciembre por la Policía local de Wuhan tras alertar a sus colegas de que en el hospital donde trabajaba había un grupo de enfermos con síntomas de una neumonía similar a la del SARS, que azotó a China en 2003.
Li, oftalmólogo de 34 años, fue amonestado por «propagar rumores» y obligado a firmar una carta en la que reconocía su «error». Más tarde, el propio Li contrajo el virus y murió semanas después, lo que desató una oleada de homenajes al médico en las redes sociales chinas y también de críticas por la actuación de las autoridades con él.
En Wuhan, donde comenzó la pandemia que asola al mundo, los ciudadanos guardaron también hoy tres minutos de silencio por los fallecidos. En la plaza Yiyuan, junto al río Yangtsé que atraviesa la ciudad, se realizó una ceremonia oficial en memoria de las víctimas, reservada solo para las autoridades.
Al menos 200 personas se concentraron en torno a la plaza en silencio, muchas de ellas vestidas de negro, entre visibles escenas de emoción, constató Efe. Los cementerios de Wuhan permanecieron completamente cerrados y no se permitió el acceso, al igual que en otras zonas especialmente afectadas por la pandemia, donde el Gobierno ha ordenado reforzar las medidas de control para evitar la propagación del virus en eventuales congregaciones masivas.
Las autoridades han suspendido los actos de homenaje en áreas consideradas de alto riesgo, limitado el número de personas que pueden reunirse y recomendado usar servicios funerarios online para recordar a los fallecidos. Las banderas de las instituciones oficiales ondean hoy a media asta en todo el país y en las embajadas chinas en el extranjero, donde también se han guardado minutos de silencio.
Además, los diarios oficiales y también algunos privados han publicado sus versiones digitales en blanco y negro en recuerdo de los fallecidos.