Portugal registró este viernes un total de 246 fallecidos por coronavirus, con 37 decesos más en apenas 24 horas, su peor dato diario desde que comenzaron a conocerse casos, y los contagiados rozan ya los 10.000.
Según el último balance oficial de la Dirección General de Salud (DGS), las muertes han aumentado un 17 % con respecto a este jueves y los contagios, que suman 9.886, han subido un 9,4 %. Permanecen ingresadas 1.058 personas, de las cuales 245 están en cuidados intensivos, cinco más que este jueves.
«Estamos en el mes más crítico de esta pandemia», dijo en rueda de prensa el secretario de Estado de Salud, António Lacerda Sales, que insistió en pedir a los portugueses un «esfuerzo adicional» a partir de hoy, primer día de la prórroga del estado de emergencia.
«Al otro lado de este túnel de dos o tres meses que todos estamos atravesando hay luz. Aunque aún no se vea, está ahí», ha asegurado el primer ministro luso, el socialista António Costa, en una entrevista a la emisora Rádio Renascença.
Preguntado por las cifras de fallecimientos, Costa ha admitido que es posible que haya habido más decesos de personas con coronavirus, pero que no murieron por esa enfermedad y por ello no hayan entrado en los registros oficiales.
«¿Si es posible que haya personas que puedan haber fallecido por otras causas y estuvieran infectadas? Sí, es posible. Tenemos el ejemplo del niño que murió por otra enfermedad y tenía COVID-19, pero no fue por la COVID-19», apuntó en referencia al caso de un menor de 13 años que falleció con diagnóstico de meningitis.
Las autoridades han repetido hoy que abril será el peor mes en la lucha contra la COVD-19 en Portugal y se preparan para incrementar en 24 millones las existencias de mascarillas quirúrgicas antes de que llegue mayo.
Un refuerzo que se conoce el mismo día en que el Colegio de Enfermeros asegura que 300 de sus profesionales están infectados y que 1.750 están en «vigilancia activa» por haber estado en contacto con enfermos de coronavirus.
Mientras, la Policía y la Guardia Nacional Republicana, tradicionalmente encargada de controles en carretera, han presentado formalmente la «Operación Recogimiento Total», que comienza hoy y termina la noche del próximo miércoles para obligar a la población a cumplir las nuevas reglas del estado de emergencia.
Entre ellas, la prohibición de reunión de más de cinco personas y la obligación de presentar una declaración que certifique que se sale casa para ir a trabajar.
Tanto la Policía como la GNR desplegarán drones para controlar los flujos de tráfico en zonas donde, han explicado, se tiende a una mayor concentración, tales como parques y otros espacios públicos, y también vigilarán las vías tradicionalmente más transitadas durante el periodo de Semana Santa.
El llamamiento unánime de las instituciones es que los portugueses se queden en casa en Pascua.