El sultán Qabús bin Said de Omán falleció la noche de este viernes tras varios años de enfermedad de la que poco se ha sabido, sin dejar descendencia y sin nombrar sucesor, informó la madrugada del sábado la agencia oficial omaní ONA.
«Con corazones creyentes en el destino de Dios y con toda la tristeza que tenemos con la situación completa del orden de Dios, el Sultanato anuncia el obituario del sultán Qabús bin Said, que fue elegido por Dios para estar con él el viernes 10 de enero por la noche», anunció ONA.
La agencia, que no ofreció detalles sobre las causas de su deceso, anunció tres días de luto y de suspensión de los trabajos tanto en el sector público como privado, además de otro periodo de 40 días durante en el que las banderas permanecerán a media asta.
El estado de salud del monarca, de 79 años, era una cuestión muy sensible y en general se ha mantenido en secreto, excepto por algunos viajes al extranjero para someterse a controles o tratamientos médicos.
Qabús llegó al poder en 1970, después de derrocar a su padre Said bin Taimur en un golpe palaciego no sangriento, y se le atribuye la modernización y desarrollo del país árabe, que no cuenta con grandes reservas de petróleo como otros vecinos del golfo Pérsico.
Venerado en Omán, poco se conoce de su vida privada más allá de que nunca se casó ni tuvo hijos.
El exministro de Patrimonio y Cultura Nacional Haitham bin Tariq Al Said ha sido designado su sucesor, que ya ha jurado su cargo ante el Consejo de Gobierno del país, también de acuerdo con la agencia oficial de noticias.
El elegido, de 65 años, era el nombre que figuraba en el testamento del fallecido sultán, como se ha dado a conocer en la lectura de sus últimas voluntades que ha tenido lugar esta mañana en el seno del Consejo de Defensa del país, como manda la tradición.
El nuevo sultán es considerado como un experto diplomático y un individuo muy próximo al proceso de toma de decisiones por parte de la cúpula de Gobierno.
De hecho, su elección tiene un sentido claramente continuista que no supondrá un cambio destacado en el rumbo de la política, tanto nacional como doméstica, del sultanato, según explica el profesor del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, Mahjub Zweiri, a la cadena panárabe Al Yazira.
Omán ha conseguido mantenerse al margen de los conflictos en el golfo y Oriente Medio, y trata de mantener una postura neutral entre el eje suní liderado por Arabia Saudí y el chií, con Teherán a la cabeza.
Incluso, Mascate ha mediado entre sus vecinos enfrentados y ha buscado poner fin al conflicto en el Yemen.
Además, fue el primer Gobierno del golfo Pérsico en establecer lazos de bajo nivel con Israel.