El presidente estadounidense, Donald Trump, dio luz verde este viernes a sanciones económicas adicionales contra Irán, que incluyen a altos cargos del régimen de Teherán y a la industria metalúrgica, y con las que busca asfixiar aún más a ese país tras el ataque con misiles balísticos contra dos bases con tropas estadounidenses en Irak.
«Estoy haciendo al régimen de Irán responsable de los ataques contra personal e intereses de EEUU al impedirle sustanciales ingresos que pueden ser usados para financiar y apoyar su programa nuclear, desarrollo de misiles, terrorismo y redes de aliados terroristas, y su maléfica influencia regional», dijo Trump en un comunicado.
Entre los altos cargos sancionados figuran el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Shamkhani; Mohammad Reza Ashtiani, jefe de gabinete adjunto de las Fuerzas Armadas de Irán; y Gholamreza Soleimani, líder del grupo paramilitar Basij del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
El anuncio fue realizado de manera conjunta por los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y del Tesoro, Steven Mnuchin, en comparecencia desde la Casa Blanca.
«Estamos golpeando el corazón del aparato de seguridad del círculo más cercano del régimen» iraní, subrayó Pompeo.
Asimismo, las sanciones señalan a los «mayores productores de metales» de Irán así «como nuevos sectores como el de la construcción, manufacturas y minería».
Esta nueva ronda amplía el alcance de las anteriores sanciones, ya que hasta ahora se habían concentrado en sectores estructurales como el petrolero, el bancario y el del transporte.
«Estas sanciones continuarán hasta que el régimen detenga la financiación del terrorismo global y se comprometa a no contar nunca con armas nucleares», dijo Mnuchin.
Como consecuencia, agregó, se impedirá el acceso a decenas de millones de dólares para el respaldo a las actividades terroristas en la región.
Cualquier persona o entidad que lleve a cabo operaciones con ellos será objetivo también del castigo económico por parte de Washington.
Con esta nueva vuelta de tuerca, se incrementa la presión sobre Irán, que vive una profunda crisis económica y ha sido escenario a finales de 2019 de una oleada de protestas y descontento social, cuya represión por las fuerzas de seguridad había causado fisuras internas.
En el pasado año el valor del rial, la moneda iraní, ha perdido un 60 % de su valor respecto al dólar y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anticipado un contracción económica del 9,5 % al cierre de 2019.
La imposición de estas sanciones ya había sido adelantada por Trump después de que el pasado miércoles Irán atacó con misiles balísticos dos bases que albergan tropas estadounidenses en Irak.
Los ataques no ocasionaron víctimas y los daños materiales fueron «mínimos», según indicó Trump.
En medio de la represalia iraní, un avión ucraniano se estrelló el pasado día 8 al sur de Teherán con 176 personas a bordo, sin que hubiera supervivientes, un accidente que ha sido atribuído por EEUU y algunos de sus aliados al lanzamiento, posiblemente por error, de un misil por parte de los sistemas de defensa aérea iraníes, posibilidad que han rechazado categóricamente las autoridades de Teherán.
En su respuesta,Trump se mostró más conciliador de lo habitual con la República Islámica, después de la escalada de las tensiones en los últimos días que había hecho temer un conflicto abierto entre Washington y Teherán tras al asesinato del general iraní Qasem Soleimaní en un ataque estadounidense con drones, el pasado día 3cerca del aeropuerto de Bagdad.
El mandatario responsabilizó a Soleimaní, jefe de la Fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria, de algunas de «las mayores atrocidades» en Oriente Medio y lo acusó de «alimentar sangrientas guerras civiles» en la región, así como de «horrendos» ataques a tropas estadounidenses en Irak.
El presidente estadounidense hizo, además, un llamamiento a las potencias internacionales, entre las que citó a los aliados europeos, así como a Rusia y China, para que «rompan con los resquicios» del acuerdo internacional nuclear (JCPOA, por sus siglas en inglés), alcanzado con Irán en 2015.
De ese acuerdo, impulsado por el predecesor de Trump en la Casa Blanca, Barack Obama (2009-2017), y que levantaba las sanciones económicas internacionales a Teherán a cambio de poner freno al programa nuclear iraní, EEUU se salió unilateralmente en 2018.
«Todos debemos trabajar conjuntamente para establecer un acuerdo con Irán que convierta al mundo en un lugar más seguro y pacífico», afirmó Trump.