El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este jueves que la Alianza no variará su estrategia defensiva tras el ataque con misiles iraní a bases en Irak con presencia de fuerzas internacionales, al descartar que haya un riesgo para su territorio.
«Nos mantenemos vigilantes, seguimos muy de cerca la situación, pero no hay razón para cambiar nuestro nivel de postura, porque no tenemos ninguna indicación de un aumento de la amenaza de misiles balísticos en el territorio de la OTAN», indicó Stoltenberg en una rueda de prensa junto al primer ministro rumano, Ludovic Orban, con el que se reunió en Bruselas.
Stoltenberg respondió así a una pregunta sobre el papel del sistema de defensa de misiles balísticos (BMD) que la OTAN mantiene en Rumanía ante el ataque perpetrado por Irán contra dos bases iraquíes utilizadas por Estados Unidos y otras fuerzas internacionales, en represalia por el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní en una acción estadounidense cerca de Bagdad.
El político noruego destacó que la situación en la región es «volátil y frágil» y que «no interesa a nadie que haya un nuevo conflicto». «La paz y la estabilidad en Oriente Medio es importante para los aliados de la OTAN, así que siguen manteniendo consultas», indicó.
Sobre la petición del presidente de EEUU, Donald Trump, de que la Alianza esté más implicada en esa región, Stoltenberg consideró que la OTAN «tiene potencial para contribuir más a la estabilidad regional y a la lucha contra el terrorismo internacional».
«Y estamos viendo qué más podemos hacer», apuntó, tras especificar que la organización ya tiene desplegadas misiones de formación de las fuerzas de seguridad en países como Afganistán o Irak.
Stoltenberg valoró más la estrategia de dotar a las fuerzas de seguridad locales de los medios para hacer frente a problemas como el terrorismo que la posibilidad de desplegar tropas de combate aliadas.
El secretario general también recordó que esta semana reiteró al primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, el «fuerte compromiso» de la OTAN con la lucha contra el terrorismo, a pesar de que el sábado la Alianza decidió suspender de forma temporal las actividades de su misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad en Irak ante el ascenso de la tensión en la región.
El martes, la organización anunció que «reposicionaría» temporalmente a parte de su personal en Irak en diferentes localizaciones dentro y fuera del país, como medida de seguridad. «La seguridad de nuestro personal es primordial», recalcó Stoltenberg, quien subrayó que, en todo caso, la OTAN «mantiene una presencia en Irak» y «seguimos en estrecho contacto con las autoridades iraquíes».