Un organismo dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil ha publicado este viernes unos datos preliminares que muestran un aumento de la deforestación del Amazonas del 103 por ciento con respecto al mismo periodo de 2018, lo que supone un área afectada del tamaño casi del de la isla de Puerto Rico.
Se trata del nivel más alto desde que empezaron los registros allá por 2015, según ha publicado el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
El organismo gubernamental ha detallado que sólo en noviembre han sido destruidos unos 563 kilómetros cuadrados de selva amazónica, lo que supone un total de 8.934 kilómetros cuadrados desde enero, un 83 por ciento más con respecto al mismo lapso de tiempo del año pasado.
Se espera que en noviembre y diciembre esta situación se estanque debido a la época de lluvias, que hace mucho más difícil la proliferación de incendios intencionados, uno de los métodos utilizados para llevar a cabo la deforestación.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está también en el centro de las críticas de ambientalistas e investigadores medioambientales, ya que le consideran responsable en parte de la deforestación que está teniendo lugar en el Amazonas brasileño, al alentar con sus políticas a ganaderos y madereros, además de no luchar eficientemente contra la agricultura y la ganadería ilegal.
En ese sentido, también ha sido fuertemente censurado el debilitamiento del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA), acusado de propiciarlo con sus recortes presupuestarios, así como las fuertes presiones y ataques a los que tienen que hacer frente las ONG asentadas en el terreno.