El expresidente estadounidense Jimmy Carter, de 95 años, superó este martes con éxito una operación quirúrgica para aliviar la presión en su cerebro provocada por un hematoma subdural derivado de sus recientes caídas, informó en un comunicado el Centro Carter.
Carter, que gobernó Estados Unidos entre 1977 y 1981 y ha alcanzado varios récords por su longevidad, fue ingresado este lunes en el hospital universitario Emory, en Atlanta (Georgia) y sometido en la mañana del martes a una operación quirúrgica.
«El expresidente Jimmy Carter se está recuperando en el hospital universitario Emory después de una cirugía esta mañana para aliviar la presión en su cerebro debido a un hematoma subdural. No hay complicaciones derivadas de la cirugía», indicó el Centro Carter después de la operación.
El exmandatario «se quedará en el hospital el tiempo que sea aconsejable para someterse a la observación» de sus doctores, añadió la organización, que no planea emitir más comunicados hasta que Carter sea dado de alta.
«El expresidente y la señora (Rosalynn) Carter agradecen a todo el mundo los muchos buenos deseos que han recibido», agregó.
Carter ha sufrido tres caídas en los últimos meses: la última se produjo a finales de octubre en su domicilio de su localidad natal de Plains (Georgia) y resultó en una fractura menor de su pelvis, de la que se recuperó sin complicaciones y salió del hospital al cabo de unos días.
Anteriormente, también en octubre, Carter se cayó y los médicos tuvieron que darle puntos en una ceja; mientras que, en mayo, el expresidente se rompió la cadera, también mientras estaba en su casa, y tuvo que someterse a otra cirugía.
Carter es el expresidente más longevo de la historia de Estados Unidos, con 95 años, uno más de los que tenía el expresidente republicano George H. W. Bush (1989-1993) cuando falleció en noviembre de 2018.
El expresidente, que en 2002 consiguió el Nobel de la Paz por su trabajo humanitario, se ha mantenido notablemente activo a pesar de su edad y ha impulsado numerosas iniciativas desde la organización no gubernamental que lleva su nombre y que creó en 1982 junto a su esposa.
Su mandato presidencial duró solo cuatro años debido principalmente al impacto de la crisis de los rehenes estadounidenses de 1979 en Irán, y aunque los más conservadores siguen criticando su gestión, el líder demócrata siguió influyendo en la vida política del país desde una perspectiva progresista.
Desde el Centro Carter, ha impulsado avances en materia de observación de elecciones, derechos humanos y salud pública en todo el mundo, y ha escrito una veintena de libros desde que dejó la Casa Blanca, además de dar catequesis cada semana en una iglesia baptista en su localidad natal.
La aparente salud de hierro de Carter flaqueó en 2015, cuando anunció que tenía cuatro tumores en el cerebro, pero después de seis meses de radioterapia y medicamentos experimentales, aseguró que había concluido con éxito su tratamiento para el cáncer.