Medios de comunicación rusos iniciaron este lunes una insólita campaña para conseguir la liberación del conocido periodista de investigación Ivan Golunov, en arresto domiciliario por supuesto intento de tráfico de droga.
«Consideramos que las pruebas que fueron presentadas por la acusación para demostrar la culpabilidad de Iván Golunov, no son convincentes y las condiciones que rodean su detención despiertan serias dudas sobre el cumplimiento de la ley durante los procedimientos legales», dijeron en una declaración conjunta tres grandes diarios, Vedomosti, Kommersant y RBC.
Los tres reputados periódicos abrieron hoy sus portadas con un mensaje común: Yo/Nosotros somos Ivan Golunov». Las declaraciones de apoyo al periodista llenaron hoy también las páginas de otros medios rusos - tanto regionales como nacionales - acompañadas de exigencias de una investigación imparcial.
Se trata de una muestra de solidaridad sin precedentes entre los medios liberales rusos que desde el primer momento hicieron una prioridad de la cobertura del caso, aduciendo que «en el lugar de Ivan Golunov podría estar cualquiera».
Pasado el mediodía, los números especiales de los tres diarios ya se habían agotado en los quioscos de Moscú y San Petersburgo.
En los últimos años, al menos ocho periodistas y activistas rusos han sido detenidos por los mismos cargos que Golunov, entre ellos, Oyub Titíev, director de la oficina chechena de la ONG Memorial, condenado a 4 años de prisión por posesión de droga en un caso duramente criticado por defensores de derechos humanos dentro y fuera de Rusia. Precisamente este lunes fue puesto bajo arresto domiciliario.
Rusia ocupa en la actualidad el lugar 149 en la clasificación de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros Sin Fronteras, tras caer un puesto debido a las presiones a la prensa independiente.
Golunov, conocido por sus investigaciones sobre la corrupción, fue detenido el pasado 6 de junio bajo la acusación de intento de tráfico de drogas a gran escala, sin que la noticia se supiera hasta un día después.
La Policía sostiene que el periodista, de 36 años, portaba varias bolsas con droga en su mochila y también guardaba estupefacientes en casa, junto con una balanza destinada a medir la cantidad de la mercancía.
El periodista asegura que nunca en su vida ha tenido relación alguna con la droga y que los estupefacientes hallados entre sus pertinencias y en su domicilio forman parte de una «provocación» de los órganos de seguridad y relacionada con su actividad profesional.
El pasado 7 de junio un juez dictaminó arresto domiciliario de dos meses para el reportero, una decisión que fue recibida con júbilo por centenares de personas que se congregaron en las inmediaciones de un tribunal moscovita para apoyar al reportero y que temían su ingreso en prisión durante el periodo de investigación.
El arresto de Golunov, un prominente colaborador del medio independiente Meduza, conmocionó al gremio periodístico ruso y desde el viernes pasado hay actos de apoyo y protesta que buscan sortear la prohibición de manifestaciones no autorizadas.
Este miércoles, coincidiendo con el Día de Rusia, se ha convocado en Moscú una marcha en favor de la libertad de expresión y para exigir la liberación del periodista de Meduza.
Numerosas personalidades del mundo de la cultura también se han pronunciado estos días en apoyo a Golunov y han llamado a aclarar cuanto antes las opacas circunstancias que rodean su detención para castigar a los culpables de la pesadilla en la que el informador vive desde hace cuatro días y amenaza con acarrear una pena de cárcel de entre 10 y 20 años.
«No tenemos ni un atisbo de duda de que Ivan Golunov es inocente y la acusación en su contra, fabricada», dijo a Efe Irina Malkova, editora jefa del medio digital The Bell, que antes se desempeñó en distintos cargos en Vedomosti y RBC.
Según la periodista, el «caso Golunov» es una prueba para el Estado ruso, que debe ahora tomar cartas en el asunto y restaurar la justicia para demostrar que mantiene el pulso sobre los procesos que ocurren en el país.
La ola de la indignación popular llegó también al Kremlin, donde confirmaron que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido informado de la situación de Golunov sin que por el momento haya trascendido su opinión al respecto.
A la vez, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, admitió que existen muchas dudas que aclarar en el caso, que es seguido de cerca por el Kremlin.