La cifra de muertos desde que las fuerzas de seguridad de Sudán irrumpieron en un campamento de protesta levantado hace semanas por la oposición frente a la sede del Ministerio de Defensa en Jartum para exigir reformas políticas ha ascendido a 60.
Una asociación médica considerada afín a la oposición ha informado de la nueva cifra de fallecidos, que anteriormente se situaba en 35 víctimas mortales.
Shams Edín Kabashi, presidente del Comité Político de la junta militar de Sudán, ha expresado este martes la disposición del Consejo Militar de Transición de volver a las negociaciones con la oposición tras romper todos los acuerdos alcanzados y anunciar elecciones en nueve meses.
Kabashi ha resaltado que la junta ha suspendido las conversaciones debido a la decisión de la oposición de cortar sus contactos con los militares y llamar a la desobediencia civil.
Por ello, ha recalcado que el Consejo Militar de Transición retomará estos contactos cuando se dé el «ambiente adecuado» y esté garantizada la «voluntad» de la oposición de participar en los mismos, según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
La oposición anunció que cortaba sus contactos políticos con la junta y llamó a la «desobediencia civil total» a causa de la represión de las protestas en Jartum, al tiempo que acusó a los militares de la muerte de manifestantes.
En respuesta, el Consejo Militar de Transición (TMC), que gobierna Sudán desde el derrocamiento en abril de Omar Hasán al Bashir, anunció a última hora del lunes que cancelará todos los acuerdos alcanzados hasta ahora.
Durante la jornada de este martes, la Declaración de Fuerzas de Libertad y Cambio, que aglutina a movimientos opositores, se ha desmarcado de lo dicho por el jefe de la junta, Abdelfatá al Burhan, sobre la ruptura de acuerdos y la convocatoria de elecciones.
El Consejo Militar de Transición se defendió de las acusaciones por la murete de manifestantes y argumentó que las fuerzas de seguridad actuaron contra criminales presentes en la sentada cerca de la sede del Ministerio de Defensa.
La junta acusó la semana pasada a los manifestantes concentrados frente a la sede del Ministerio de Defensa de robar un vehículo de una fuerza paramilitar y dijo que la sentada se ha convertido en una amenaza para el país.
La comunidad internacional ha condenado la represión de las manifestaciones y ha achacado la situación a la junta militar que gobierna el país. En este sentido, la Unión Africana ha pedido la apertura «inmediata» de una investigación «transparente».