El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha llevado a cabo una purga contra los presuntos «responsables» del fracaso de la cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la localidad de Hanói, y ha ordenado la ejecución de varios altos cargos, entre ellos el exembajador en España Kim Hyok Chol.
Según el diario surcoreano Chosun Ilbo, tanto Kim Hyok Chol, enviado especial de Corea del Norte a Estados Unidos, como varios altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores del país han sido ejecutados tras ser considerados responsables de que el encuentro se saldara sin acuerdo entre las partes.
«Kim Hyok Chol fue investigado y ejecutado en el Aeropuerto de Mirim junto a otros cuatro altos cargos del Ministerio de Exteriores en marzo», han indicado fuentes cercanas al asunto. Pyongyang le acusaba de «espiar» para Estados Unidos por no captar las «intenciones» de Washington en las negociaciones.
Por otra parte, el que fuera el máximo jefe del equipo nuclear de Pyongyang, Kim Yong Chol, fue derivado a un campo de trabajos en la provincia de Jagang, cerca de la frontera china, mientras que Kim Song Hye, que trabajaba en las negociaciones, ha sido enviado a un campo de presos políticos.
La intérprete de Kim Jong Un durante la cumbre, Sin Hye Yong, también ha sido detenida y se encuentra igualmente en un campo de presos políticos por socavar la autoridad por cometer errores en la traducción, por ejemplo al omitir una supuesta «oferta de último minuto» planteada por el dirigente cuando Trump estaba a punto de salirse de la sala.
La hermana del líder norcoreano, Kim Yo Jong, que colaboró en la preparación de la cumbre, también habría sido apartada de la cúpula de poder. «No sabemos nada de la hermana de Kim desde la reunión de Hanói», ha aseverado el periódico surcoreano.
El diario norcoreano Rodong Sinmun ha señalado que «hay traidores que solo memorizan palabras de lealtad hacia el líder e incluso cambian según la tendencia de la época». Sin embargo, las fuentes de Corea del Sur sospechan de una purga masiva para desviar la atención de cualquier problema a nivel interno.
El hermetismo del régimen norcoreano complica la verificación de este tipo de informaciones. «Estamos haciendo todo lo que podemos para comprobarlo. No tengo nada más que añadir por ahora», ha afirmado este viernes el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, a preguntas de los periodistas.