Un crucero averiado este sábado por un fallo mecánico en la costa oeste de Noruega será remolcado a tierra tras lograr arrancar tres de sus cuatro motores, mientras continúa la evacuación de las 1.373 personas a bordo.
Diecisiete personas han sido hospitalizadas, según revelaron en una rueda de prensa las autoridades del municipio de Fræna, donde se habilitó en un pabellón un centro de acogida para enviar luego a los rescatados a distintos hoteles de la zona.
Según la televisión pública NRK, se encuentran en estado grave tres personas que viajaban en el crucero «Viking Sky».
El crucero se dirige en dirección oeste a una velocidad de entre dos y tres nudos, y el plan es que sea remolcado por otras dos embarcaciones hasta el puerto de Molde. «Los remolcadores están en marcha. La evacuación con helicópteros continuará de forma paralela por el momento», informaron los servicios de rescate.
Tres helicópteros acompañan al crucero, desde los que prosiguen las operaciones de evacuación, según las autoridades de Fræna. La operación de rescate se ha visto complicada por el fuerte oleaje y vientos de consideración, que impidieron el envío de otros barcos y obligaron a usar únicamente helicópteros, que solo pueden transportar a entre diez y quince personas en cada trayecto.
El «Viking Sky» envió este sábado hacia las 14.00 hora local (13.00 GMT) una señal de socorro por problemas en un motor, cuando se encontraba a unos cinco kilómetros de la costa de Hustadvika, una zona compleja para la navegación, ya que son frecuentes los vientos y corrientes marinas. El barco realizaba el trayecto entre Tromsø (norte) y Stavanger (sur) con 1.373 personas a bordo, 915 pasajeros -en su mayoría de Estados Unidos y Reino Unido- y una tripulación de 458 personas.
Algunos pasajeros empezaron a difundir a través de las redes sociales imágenes de a bordo en las que se ve parte del mobiliario del crucero, sillas, mesas y plantas, por el suelo, a merced del oleaje. En otros mensajes se describe la situación de dramática, entre personas que esperan turno para la evacuación con los chalecos salvavidas puestos, pero sin pánico y atendidos con profesionalidad por la tripulación.