El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha defendido este martes su decisión de comprar alrededor de mil hamburguesas en cadenas de comida rápida para una recepción oficial celebrada el lunes y ha resaltado que «las pagó de su bolsillo».
Trump recibió el lunes en la Casa Blanca a los integrantes del equipo de fútbol americano Tigers de Clemson, que recientemente ganó el título nacional universitario. La cena servida fueron hamburguesas compradas en tres cadenas de comida rápida, una imagen que circuló por medios de comunicación y redes sociales.
Durante la jornada de este martes, el mandatario ha dicho que «debido al cierre parcial de Gobierno les sirvió una cantidad ingente de comida rápida» y que él mismo «pagó» por ello. «En una hora se las habían terminado. Grandes chicos y muy comilones», ha zanjado en un mensaje en Twitter.
Además de la situación, Trump realizó unas polémicas declaraciones durante la recepción que le han valido numerosas críticas, ya que señaló que, debido al cierre parcial de Gobierno, las opciones eran comprar hamburguesas, no servir comida o «servir unas ensaladas rápidas que prepararían la primera dama y la esposa del vicepresidente».
La administración pública funciona a medio gas desde el pasado 22 de diciembre porque el Congreso, tanto los demócratas como algunos republicanos, se ha negado a financiar el polémico muro, haciendo naufragar así el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.
El cierre parcial actual ha dejado sin trabajo a más de 800.000 trabajadores públicos de forma temporal y le ha costado a la economía del país norteamericano más de 3.600 millones de dólares (alrededor de 3.100 millones de euros), según cálculos de la agencia de calificación crediticia S&P Global.
El actual cierre se ha extendido ya durante 24 días. El récord anterior se remonta a la Administración del expresidente Bill Clinton, cuyo cierre del Gobierno duró 21 días, desde diciembre de 1995 hasta enero de 1996.