Las fuerzas de seguridad danesas han abierto una investigación interna sobre una policía que abrazó a una mujer con niqab, para analizar si incurrió en alguna irregularidad durante una manifestación contra la ley que prohíbe el uso de velos integrales y que entró en vigor el pasado 1 de agosto.
«La imagen ha convertido a la Policía en un actor involuntario de un debate político muy sensible», ha afirmado el diputado liberal Marcus Knuth, una de las personas que alertó del gesto a la oficina de quejas del cuerpo. «El trabajo de la Policía es cumplir la ley, no abrazar a quienes están en contra de ella», ha añadido.
El abogado de la agente, Torben Koch, ha considerado «un completo sinsentido» las pesquisas, en la medida en que considera que la policía se limitó a ejercer la labor que le corresponde como «agente de diálogo», precisamente para rebajar la tensión en un contexto de protesta. La manifestante supuestamente estaba llorando.
«Como mi cliente ha dicho, si otra persona hubiese estado en la misma situación, habría hecho lo mismo, no tiene nada que ver con que (la manifestante) lleve niqab», ha añadido Koch.
Dinamarca se ha sumado este año a los países europeos que limitan el uso de velos integrales en espacioes públicos, algo que ya han hecho Francia, Bélgica, Países Bajos, Bulgaria y el estado alemán de Baviera.