Un voraz incendio ha destruido este domingo el Museo Nacional de Brasil, situado en Río de Janeiro, privando a los brasileños de «200 años de historia», ha lamentado el presidente del país, Michel Temer, a la espera de que se conozca la magnitud de los daños provocados por las llamas en este edificio histórico que carecía de sistema contra incendios.
El incendio comenzó hacia las 19.30 horas del domingo y hacia las 2.00 horas del lunes los bomberos habían conseguido controlar la situación, trabajando aún en la extinción de pequeños focos en el histórico edificio, que alberga 20 millones de piezas. En las labores de extinción han participado un total de 80 efectivos.
El inmueble, que constituye la institución histórica y cultural más antigua del país, fue la residencia de la familia real brasileña y sede de la Asamblea Republicana Constituyente entre los años 1889 y 1891 -antes de convertirse en museo en 1892-.
Temer ha denunciado que se trata de una «pérdida incalculable de 200 años de investigación y conocimiento» y ha considerado que se trata de «un día trágico para el país». «El valor que tiene para nuestra historia no se puede medir (...) Es un día muy triste para todos los brasileños», ha manifestado.
El director de conservación del museo, Joao Carlos Nara, ha tildado de «irreparables» los daños causados por el incendio, que ha calcinado gran parte del edificio principal del complejo. «Desgraciadamente, la reserva técnica, que esperábamos que se preservara, también ha sido alcanzada», ha lamentado en relación con aquellas piezas y colecciones que se encontraban en las zonas de almacenamiento del museo.
«Tenemos que esperar a que finalice el trabajo de los bomberos para verificar realmente la dimensión de los daños», ha afirmado el también arquitecto e historiador.
De acuerdo con Nara, el equipo de administración del Museo Nacional se encontraba a la espera de que finalizase el periodo electoral para iniciar una serie de reformas y obras de preservación de la infraestructura del edificio. «Es todo muy antiguo. El sistema de agua y el material, todo tiene muchos años (...) Había amenazas constantes», ha explicado.
En junio, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) firmó un contrato de financiación por un valor de 21,7 millones de reales para apoyar la restauración del Museo Nacional. Los recursos forman parte de la tercera fase del Plan de Inversión para la revitalización del Museo Nacional, que contaba con un total de 28,5 millones de reales.
En este sentido, el ministro de Cultura, Sergio Sá Leitao, ha reconocido que «no hubo tiempo» para realizar las obras de restauración necesarias para «evitar la tragedia» en el Museo Nacional y ha admitido que el fuerte incendio responde a «años de negligencia».
Según ha dicho, tanto el Ministerio de Cultura como el Instituto Brasileño de Museos se encontraban preparando un proyecto de «revitalización, que no hubo tiempo de poner en marcha» y evitar así lo sucedido.
Respuesta inadecuada de los bomberos
Para el rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ, que gestiona el museo), Roberto Leher, ha criticado la actuación de los bomberos, que a su juicio no ha sido la adecuada para la envergadura del incendio y lo que estaba en peligro. «Es obvio que la forma en la que se combatió no guardó proporción con el tamaño del incendio», ha denunciado.
Inicialmente, se enviaron cuatro equipos al edificio, pero no había agua en las bocas de riego próximas al mismo, por lo que fueron necesarios camiones cisterna y recurrir al agua de un lago que está dentro de la Quinta da Boa Vista, el parque en el que se encuentra el museo. «El propio equipo de la prefectura universitaria orientó a los bomberos sobre dónde buscar agua», ha subrayado, lamentando los «problemas de logística» habidos.
El edificio carecía de sistema de prevención de incendios, que estaba previsto instalar con la remodelación del mismo. «Es un edificio muy antiguo que fue concebido en un contexto en el que no había uso de energía eléctrica», ha subrayado en declaraciones a Folha.
«Para el país es una pérdida inmensa», ha reconocido Leher, destacando que albergaba «la historia del periodo de colonización portuguesa, el acto simbólico de la constitución de la República y muchos documentos que hablan de nuestra memoria».
El Museo Nacional albergaba más de 20 millones de objetos de distinta temática, como geología, paleontología, botánica, zoología y arqueología y de hecho en sus salas se encontraba la mayor colección de momias egipcias del continente.
Asimismo, en su interior se podía visitar a Luzia, el fósil humano más antiguo encontrado en las Américas y que se remonta a 12.000 años, así como el esqueleto del Maxakalisaurus topai, el mayor dinosaurio encontrado en Brasil.