Tras dos días cerrada por huelga, la Torre Eiffel reabrió este viernes sus puertas al público después de que la administración y los trabajadores que gestionan las entradas alcanzasen un acuerdo sobre la forma en la que los turistas accederán al monumento.
El nuevo método se impondrá a partir del lunes 6 de agosto, en un periodo de prueba hasta el 31 de agosto, y consistirá en la creación de dos filas en cada uno de los dos accesos a la torre: en cada lado habrá una prioritaria para los visitantes que compren sus billetes en internet y otra para los que los adquieran en taquilla en ese momento.
Desde principios de julio, el porcentaje de billetes vendidos en línea, que permitían la entrada en franjas horarias concretas, pasó del 20 % a 50 %.
Uno de los dos ascensores quedó entonces reservado a la entrada de estos visitantes mientras que quienes compraban en taquilla debían hacer cola en el pilar que lleva al otro ascensor, un sistema que agravaba las esperas, según denunciaron los empleados.
En un comunicado, la sociedad de explotación de la Torre Eiffel apuntó que «el respeto a la franja horaria reservada por el cliente constituirá el principal criterio de evaluación del dispositivo que se va a probar» y que su aplicación definitiva se discutirá con los sindicatos el 31 de agosto, en función de los resultados obtenidos.
«La venta de billetes por internet con fecha y hora es la única palanca que permitirá a largo plazo desatascar las colas al pie de la Torre Eiffel. Para lograrlo, se plantea un aumento progresivo de los billetes vendidos en línea», destacó la gestora.
La sociedad se disculpó por los dos días que el monumento estuvo cerrado y aseguró que los turistas que habían comprado su billete para esas jornadas recibirán automáticamente el reembolso íntegro del mismo con la mayor brevedad.