Óscar Mena, fundador de la ONG Proactiva Open Arms, ha ofrecido una conferencia este martes en Palma donde ha avisado que el drama humanitario en el Mediterráneo está lejos de acabar. El activista catalán ha recordado que en Libia esperan entre 800.000 personas y un millón para intentar cruzar el mar y llegar a las costas europeas, un trayecto muchas veces mortal.
Mena ha denunciado la demagogia de la Unión Europea, a la que ha pedido que sea coherente con su política de Derechos Humanos y deje de aplicar recetas de extrema derecha en el tratamiento de los refugiados.
La situación en los países de origen de estos inmigrantes es «calamitosa», por lo que no se espera que el flujo de personas se detenga. En Libia, por ejemplo, se ha formado una clase media que depende del dinero que llega de los familiares afincados en el Viejo Continente.
Mena, que comenzó esta aventura conmovido por la imagen del cuerpo sin vida del pequeño Aylan Kurdi en una playa turística del mar Egeo, ha lamentado que los que tratan de entorpecer su labor quieran relacionar la ONG con el crimen organizado. «Existen campañas orquestadas para que no consigamos recursos, pretenden desprestigiarnos al relacionarnos con la mafia, pero nosotros continuaremos adelante con la intención de salvar vidas», ha dicho el activista.
Finalmente, respecto a lo que más le ha marcado durante su experiencia con Proactiva Open Arms, Mena ha sido muy claro: «El llanto de los niños en las situaciones extremas en las que se encuentran es dramático, algo que no se te olvida».