Siria vive actualmente la peor situación humanitaria desde que en 2011 comenzó la guerra en el país, según aseguró este viernes Naciones Unidas.
La organización alertó del «desplazamiento masivo» de poblaciones, con más de 700.000 personas que han tenido que dejar sus hogares en lo que va de año y violencia en muchos frentes.
El coordinador humanitario para Siria de Naciones Unidas, Panos Moumtzis, destacó la gravedad de la situación en zonas como Guta Oriental, Idleb, Afrín o Al Raqa y el sufrimiento de cientos de miles de civiles allí.
En la provincia de Idleb, a donde ha sido evacuada buena parte de la población de zonas rebeldes recuperadas por fuerzas gubernamentales, apenas hay espacios para acoger a más gente, según advirtió.
La ONU, además, se está encontrando este año con un problema de falta de fondos para atender las necesidades de la población, según dijo Moumtzis en una conferencia de prensa.
Por ahora, la organización sólo ha recibido un 14,6 % de los alrededor de 3.500 millones de dólares que ha solicitado para acciones humanitarias en Siria en 2018.
Según Moumtzis, es el nivel más bajo en este punto del año desde que comenzó el conflicto sirio.