Un terrible siniestro conmocionó hace unas pocas semanas a la sociedad estadounidense después de que el coche en el que viajaban un matrimonio y sus seis hijos cayera por un acantilado al mar en el condado de Mendocino, al norte del estado de California.
Desde entonces el foco mediático no se ha apartado del caso, y ahora se conoce que un hombre, cuya hija vivía al lado de la familia, advirtió a las autoridades hace cuatro meses de que los seis hijos adoptados estaban siendo «muy maltratados», según una grabación de una llamada al teléfono de emergencias estadounidense.
Se cree que Jennifer Hart, de 38 años, conducía el todoterreno ligero en el que viajaba junto a su mujer, Sara Margaret Hart, también de 38 años, y sus seis hijos. Los cuerpos de las dos mujeres y de tres de los seis menores fueron hallados del interior del vehículo. Los otros tres menores no han sido encontrados aún, por lo que las autoridades señalan que se encuentran desaparecidos.
Steve Frkovich, cuya hija, Dana DeKalb, vivía al lado de Harts, llamó al teléfono de emergencias expresando su preocupación por un posible abuso infantil.
Frkovich aseguró que Hannah Hart, de 16 años, había huido de su casa a las 2 de la madrugada y le había rogado a su hija que la escondiera, según una grabación de la llamada divulgada el miércoles por la Agencia Regional de Servicios de Emergencia de Clark en el estado de Washington. «Hay algunos niños que siento que están siendo muy maltratados», señaló Frkovich.
La llamada de Frkovich fue al menos el cuarto informe de sospecha de abuso infantil en la familia Hart en los últimos siete años cuando la familia trasladó su residencia hasta tres estados.
Frkovich informó de que su hija avisó a las madres de Hannah Hart sobre su hija y que todos los demás niños se acercaron y confirmaron que todo estaba bien.
«Todos estaban en posición firme, como si tuvieran miedo», señaló Frkovich. «Creo que algo muy serio está pasando», aseveró.
El 23 de marzo, DeKalb notificó al Departamento de Servicios Sociales y de Salud del Estado de Washington que creía que los niños estaban siendo maltratados. Hannah aseguró a DeKalb que sus madres eran «racistas» y que le «azotó con cinturones».