El semanario alemán 'Die Zeit' advierte en portada de que «Alemania se arriesga a caer en un conflicto altamente explosivo para España y el conjunto de la UE» a raíz del proceso de extradición del expresidente catalán Carles Puigdemont.
El artículo de opinión, firmado por el periodista político Ulrich Ladurner, afirma que el líder soberanista, que reside temporalmente en Berlín mientras la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein decide sobre su caso, «ha colocado explosivos que pueden afectar mucho más allá de las fronteras de España».
«Su proyecto es diametralmente opuesto al de la Unión Europea. Él es un fracturador nacionalista», asegura.
A juicio del autor, Puigdemont «ha causado mucho daño, principalmente en su propia región» y «ha polarizado profundamente a los catalanes» al violar la constitución de 1978, «dañar a conciencia las instituciones de la democracia española» y «poner en peligro la paz social en el país».
Su actual petición de diálogo desde Berlín es, en opinión de Ladurner, «nada más que palabras vacías», un intento de ganar tiempo para conseguir su objetivo: «internacionalizar su conflicto con el Gobierno español».
«Eso no lo debe permitir Alemania. El conflicto sobre Cataluña es una cuestión interna española», afirma Ladurner, que no se posiciona en ningún momento sobre cómo debería resolverse el proceso de extradición.
El periodista, corresponsal internacional y de guerra durante décadas, lamenta además que Puigdemont haya sido de alguna forma «idealizado» en Alemania: «¿Por qué en su caso se ignora el nacionalismo o se acalla fuertemente? ¿Por qué se le idealiza, pese a que en este asunto no habla diferente al húngaro Viktor Orban o al polaco Jaroslaw Kaczynksi?».
Por su parte, considera que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, debería haber hecho saber «a tiempo» a los catalanes «que tomaba en serio sus deseos de más autonomía» y que «no entendió que la política también consiste en símbolos, gestos y muchas buenas palabras».
No obstante, agrega, Rajoy «hizo en esencia lo que todo primer ministro haría y debe hacer: defender la Constitución y la democracia contra Puigdemont y sus seguidores».
El presidente del Gobierno español, argumenta Ladurner, «no pudo hacer otra cosa que poner límites» a los independentistas cuando estos llevaron a cabo el referéndum del 1 de octubre.
«La Constitución que Puigdemont ha violado es una historia de éxito. A los catalanes no les ha ido nunca mejor que ahora y es también gracias a esa constitución. No son un pueblo reprimido y Pugidemont no es un perseguido político», asegura.
La reacción de la Justicia española, prosigue, ha sido «excesiva», pero eso no significa que España no sea «un estado de derecho y una democracia parlamentaria consolidada».
Ladurner, nacido en el Tirol italiano, ha sido corresponsal en Roma, Viena y Zurich y ha cubierto principalmente guerras y crisis en países como Bosnia, Kosovo, Afganistán, Pakistán, Irán, Irak y Libia.