El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha afirmado este lunes que Varsovia «no puede dar marcha atrás» en el proyecto de ley presentado para criminalizar que se vincule al país con los crímenes de la Alemania Nazi en el Holocausto.
El proyecto, que busca convertir en un delito penado con hasta tres años de cárcel usar la expresión «campos de la muerte polacos» para referirse a los campos de exterminio construidos por los nazis en este país, fue aprobado el viernes por la cámara baja del Parlamento.
En general, esta nueva ley pretende eximir a Polonia de cualquier responsabilidad histórica en el Holocausto y, por el contrario, enfatizar su papel de víctima del régimen de Adolf Hitler, dado que la nación europea estuvo bajo ocupación nazi desde 1939.
El gobernante Partido libertad y Justicia (PiS) también ha impulsado esta ley para criminalizar la negación de que unos 100.000 polacos fueron masacrados por el Ejército ucraniano durante la Segunda Guerra Mundial, un medida que podría tensar las relaciones bilaterales.
La votación ha provocado numerosas críticas en Israel, y los primeros ministros israelí y polaco, Benjamin Netanyahu y Mateudz Morawiecki, respectivamente, acordaron el domingo iniciar un «diálogo inmediato» para resolver la crisis derivada del proyecto.
«Como Estado y nación tenemos derecho a defendernos contra un libelo evidente, contra la distorsión obvia de la verdad histórica. Hablar de la responsabilidad polaca durante el Holocausto es un golpe contra nosotros», ha sostenido Duda, según ha recogido la cadena de televisión polaca TVP.
«Es necesario explicar el asunto detenidamente, pero no debemos dar marcha atrás. Tenemos derecho a defender la verdad histórica, el hecho de que durante la Segunda Guerra Mundial seis millones de polacos fueron asesinados, también en campos de exterminio alemanes», ha apuntado.
Así, ha dicho «no entender» la «violenta y muy desfavorable opinión» de las autoridades israelíes ante el proyecto de ley, recordando que el proyecto no limitará la libertad de investigación o de expresión en torno al Holocausto.
Yad Vashem, el centro israelí en conmemoración de las víctimas del Holocausto, ha afirmado que la frase «campos de exterminio polacos» es una distorsión histórica, si bien ha resaltado que el proyecto de ley «podría disipar las verdades históricas sobre la asistencia que recibieron los alemanes de la población polaca».
El centro afirma que entre 30.000 y 35.000 judíos --cerca del uno por ciento de la población judía polaca en aquel entonces-- fueron salvados gracias a la ayuda de polacos. Más de 6.700 polacos --el mayor número por país-- han sido honrados como 'Justos entre las naciones'.