El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en varias zonas del estado, incluida la ciudad de Nueva York, ante la fuerte tormenta que se registra desde primeras horas de este jueves.
«No es una tormenta de nieve normal, es una tormenta de nieve más vientos de gran velocidad, que crean una situación grave», afirmó Cuomo en una rueda de prensa para dar información actualizada del temporal.
El estado de emergencia afecta a toda la región sur del estado, que incluye la ciudad de Nueva York y la zona de Long Island, y permite a las autoridades, entre otras cosas, adoptar decisiones que se antepongan a las de las administraciones locales.
La nieve comenzó a caer durante la madrugada en la zona costera de Long Island y de Nueva Jersey, y desde las 12.30 GMT afecta con fuerza a Manhattan, en la hora punta del desplazamiento hacia los lugares de trabajo.
El servicio meteorológico prevé que, a lo largo del día, caerán cerca de 30 centímetros de nieve en Long Island y la costa de Nueva Jersey, y la mitad en Manhattan.
La zona más castigada es el condado de Suffolk, en Long Island, donde su máxima autoridad administrativa, Steve Bellone, calificó la tormenta como «muy peligrosa».
La Alcaldía de la ciudad decidió suspender anoche las clases en los colegios de Nueva York, y también se han cancelado las actividades en universidades como la de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
En Nueva York se esperaba una temperatura mínima de -4 grados Celsius, con una sensación térmica de -13 grados a causa de los vientos helados, aunque el viernes y el sábado se espera una fuerte caída en la temperatura.
En el estado de Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie declaró también el estado de emergencia en cuatro condados de la costa atlántica.