La Comisión Europea ha dado este jueves su visto bueno a la compra de parte de Air Berlin -su filial LGW- por la también alemana Lufthansa, una operación que Bruselas aprueba sujeta a condiciones para evitar distorsiones en el mercado comunitario.
«Lufthansa ha propuesto medidas correctivas mejoradas que garantizan que la compra de LGW tendrá efectos limitados sobre la competencia», ha anunciado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
Lufthansa ya renunció este mes a parte de su proyecto inicial de compra que incluía otra filial de Air Berlin, Niki, como condición para resolver las dudas que la operación planteaba a Bruselas.
Además la aerolínea se ha comprometido a que, en el aeropuerto de Düsseldorf, sus derechos de despegue y aterrizaje ('slot') no crecerán más de un 1%, lo que supone la mitad del conjunto de slots que tienen sus competidores.
«Nuestros temores en materia de competencia se han disipado con ello y autorizamos ahora el proyecto de compra», ha expresado Vestager.