El consorcio estatal ruso Kaláshnikov, fabricante del fusil más usado del mundo, el AK47, anunció este jueves que enseñará a periodistas locales a usar armas no letales, después del ataque sufrido esta semana por Tatiana Felgenhauer, de la emisora independiente Eco de Moscú.
«Cualquier persona de nuestro país tiene derecho a su defensa personal», dijo la portavoz de la empresa, Sofia Ivanova.
Explicó que Kaláshnikov dará recomendaciones a los representantes de medios de comunicación sobre cómo elegir y llevar un arma que reduce al agresor preservándole la vida, las llamadas pistolas traumáticas.
Ivanova resaltó que, para un uso responsable de armas no letales, hacen falta «entrenamientos regulares».
Previamente, el Kremlin negó la posibilidad de la introducción en Rusia de medidas legales adicionales para defender a los periodistas.
«Por desgracia, cualquiera de nosotros puede ser víctima del ataque de un demente. Por ello, no sé si es correcto privilegiar (la seguridad) de los periodistas», indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa.
El director del periódico opositor ruso Nóvaya Gazeta, Dmitri Murátov, declaró con anterioridad que estaba barajando armar a sus empleados tras el ataque contra su colega de Eco de Moscú.
Al respecto, Peskov señaló que «cada persona puede tomar las medidas de seguridad que considere necesarias», que sin embargo «deben ajustarse estrictamente» a la legislación del país.
Por su parte, en la Unión de Periodistas de Rusia afirmaron que la posesión de armas contradice el código ético de la profesión.
El pasado lunes Tatiana Felgenhauer, conocida periodista de la emisora independiente Eco de Moscú, fue apuñalada en su lugar de trabajo por un hombre que fue posteriormente detenido y acusado de intento de asesinato. La joven despertó un día después del coma inducido al que había sido sometida y su vida no corre peligro.