El acceso a un futuro centro de acogida de inmigrantes en la localidad francesa de Séméac, cerca de la frontera con España, se mantiene bloqueado por un muro levantado por un grupo de ciudadanos para mostrar su rechazo contra esa instalación.
De 18 metros de largo y 1,8 de alto, el muro fue construido en la madrugada del lunes por la asociación Colectivo Séméac, que contaba con las autorizaciones pertinentes porque erigió su barrera en un terreno privado.
Sus autores protestan contra la transformación del antiguo hotel Formule 1 en un centro de acogida para demandantes de asilo, que estará gestionado por la asociación de ayuda a la inserción Adoma, cuyo capital es principalmente público, y recibirá a las primeras familias en agosto.
La Prefectura (delegación de Gobierno) del departamento de Altos Pirineos recordó en un comunicado que el muro fue edificado con el visto bueno del propietario del terreno y que la situación no presenta ningún problema de orden público porque el edificio está actualmente vacío.
«La autoridad administrativa no puede de ninguna manera sustituir a la judicial, la única habilitada para pronunciarse sobre esta situación a nivel jurídico», añadió.
Esa construcción, no obstante, se ha ganado las críticas de algunos cargos públicos y de habitantes de ese lugar de cerca de 5.000 personas, que la califican de «vergonzosa».
«Me faltan palabras para describir la repugnancia que sentí cuando descubrí el espectáculo», dijo en un comunicado la eurodiputada del Partido Comunista Marie-Pierre Vieu.
El muro «nos retrotrae a las peores horas de nuestra historia», agregó.
El colectivo, por su parte, denuncia que ese futuro centro vaya a instalarse en un barrio residencial y que no se les haya consultado sobre ese proyecto.
La prefectura añadió hoy que para poner fin «cuanto antes» a la situación, y al margen de las eventuales acciones jurídicas que unos y otros podrían tomar, ha empezado a negociar con las partes implicadas, que mantendrán este próximo viernes una reunión.